Vanesa Aragón, exempleada de Mom Sports habló después de que la provincia rescindiera el contrato de la empresa y contó que se enteraron de la noticia cuando fue publicada en la página del Gobierno. “A nosotros nadie nos informó nada”, aseguró.
“Para nosotros está fue una empresa fantasma porque la razón social de Buenos Aires no es la misma que puso acá y no es la misma que puso en las otras 6 provincias, cada una tiene una razón social diferente”, contó.
Explicó a Radio Valle Viejo que un grupo decidió quedarse haciendo guardia para que no puedan llevarse ningún elemento o herramientas de trabajo que hay en el interior de las instalaciones y para hacer luego una exposición en la Comisaría séptima y que quede la constancia de que se presentaron a trabajar.
“El otro grupo que nos fuimos a casa, volvimos esta mañana porque es nuestra obligación venir y presentarnos como tiene que ser, por más que sabíamos que estaba cerrado el portón y que ya no teníamos trabajo”, relató.
También contó que la empresa adeuda algunos sueldos de octubre, noviembre y diciembre más el SAC, vacaciones y enero.
“Nosotros estamos haciendo todo legalmente y como tiene que ser, en forma pacífica. Nosotros queremos el trabajo y que nos paguen la deuda. Llevamos desde finales de noviembre sin recibir nada, pasamos las vacaciones sin un peso con la promesa que el día 13 volvíamos de las vacaciones y nos iban a abonar diciembre más el SAC y vacaciones cosa que no hicieron. Cuando volvimos nos desayunamos con que estaban entregando los telegramas de despido en la puerta que entregaron a 23 personas y a los demás nos dejaron entrar y desde ahí que nos tuvieron con vueltas de que no había plata hasta ayer que no llegaron a ninguna solución y el Gobierno le rescindió el contrato a MOM dejando desgraciadamente a 80 familias en la calle de vuelta”, detalló.
Aragón dijo que había 3 líneas completas “trabajando al 100%” en la fábrica, otras estuvieron realizando labores al 80% y 90%, aunque no con la misma tela pero se fueron ”acomodando”.
Además, aseguró que esta vez fueron todas mujeres las desvinculadas, cuando la vez anterior con Textilcom había sido “más o menos repartida la cantidad entre hombres y mujeres”.
Por su parte, Cecilia, una exoperaria de línea, pasó la noche a las afueras de la fábrica porque no quisieron que pase “lo que pasó en Textilcom que se quisieron llevar todo”.
“La mayoría se enteró lo que había decidido el Gobierno por los medios y nos quedamos acá”, sostuvo y dijo que Raúl Rivero, secretario General de Soiva les comentó la semana pasada que no había novedades ni diálogo fluido y les sugirió que estuvieran atentos a cualquier movimiento que hubiera en la empresa ya que “no sabía lo que podría pasar”.
“Tengo cuentas que pagar que me quedaron desde Textilcom que vengo arrastrando desde mayo del año pasado porque nunca me pude estabilizar. Y cuando entramos acá entramos cobrando semanalmente $90.000 que era nada de lo que nos correspondía”.
exoperaria de Mom Sports
La trabajadora dijo que la incertidumbre creció porque "en todas las audiencias la respuesta era que no había dinero y que esperaban la plata del Gobierno para poder pagar". Sin embargo, el trato era que “ellos debían pagar los aportes y presentar la documentación para que el Gobierno les dé el dinero”. “Pero no lo hicieron porque el único aporte que tenemos es de septiembre”, añadió.
También expresó a un medio local, que el dueño de la empresa nunca habló con ellos y que el único que les daba información era el secretario del Soiva.
Incluso el gerente de la fábrica les decía que “de Buenos Aires no recibía respuesta, que no había plata, que estaban esperando juntar y que iban a ver si les pagaban una parte del sueldo pero querían que levanten el paro”, a lo que se negaron.