La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, defendió la decisión de colocar un alambrado de
200 metros en la zona fronteriza de Aguas Blancas, en Salta, y sostuvo que "es el punto más álgido de entrada de cocaína al país. (...) Es un paso fronterizo en el que había absoluto descontrol y en el último tiempo se había asentado el crimen organizado, mediante bandas, con muertes de sicarios".
En declaraciones a LN+, remarcó "Se decidió poner una cerca para evitar que puedan cruzar y, así, cuidar a la población. El problema ahí era el ladrón cuidando a las gallinas".
Detalló Bullrich: "Tras asentarnos bien en Rosario tomamos la decisión de armar el plan con la provincia de Salta y el interventor de Aguas Blancas, Adrián Zigarán. Imaginen que el intendente -Carlos
Martínez- está con una causa por narcotráfico. Llevamos policía, Prefectura Naval y Gendarmería para cuidar el río y terminamos con los pasos ilegales. Hoy hay muy poca gente que pasa ilegalmente".