El 2025 es el comienzo de la Generación Beta que incluirá a los nacidos entre este año y el 2039 y que sucederá a Generación Alfa (2010 a 2024), según el Centro de Investigación McCrindle.
La importancia de este tipo de diferenciaciones tiene que ver con las circunstancias en la que deberán vivir y que caracterizarán a este grupo, es decir aspectos culturales y tecnológicos que moldearán su existencia.
A esta la seguirán la Generación Gamma (nacida entre 2040 y 2054), la Generación Delta (nacida entre 2055 y 2069). Desde un enfoque sociológico del análisis generacional prefieren ahora utilizar años de nacimiento fijos y etiquetas no descriptivas, lo que permitiría un análisis más objetivo.
Asimismo, se inclinan por un período estandarizado de 15 años que permitirá a los futuros analistas realizar análisis más exhaustivos y comparaciones globales.
De acuerdo con Clarín, el instituto liderado por el analista social y demógrafo Marco McCrindle detalló 3 puntos fundamentales de los Beta:
- En 2035 representarán el 16% de la población mundial
- Serán los hijos de los Millennials y de la Generación Z
- Muchos vivirán para ver el siglo XXII
A diferencia de la Generación Alfa que experimentó el auge de la tecnología inteligente y la inteligencia artificial, la Generación Beta vivirá en una era en la que la IA y la automatización están totalmente integradas en la vida cotidiana, desde la educación y los lugares de trabajo hasta la atención médica y el entretenimiento, explicó el mencionado Centro de Investigación.
Es más, los investigadores afirmaron que podrían serán la primera generación en emplear el transporte autónomo a gran escala, las tecnologías sanitarias ponibles o portátiles y los entornos virtuales inmersivos como aspectos habituales de la vida cotidiana.
Esta generación será criada por padres millennials y de la Generación Z, muchos de los cuales priorizan la adaptabilidad, la igualdad y la conciencia ecológica en su crianza.
Como la generación de padres más conocedores de la tecnología, los Z distinguen tanto los beneficios como las desventajas de la tecnología por lo que McCrindle proyecta que controlarán la edad en la que sus hijos acceden y la forma en la que se involucran con ella.
Se prevé que los Beta tenga una mentalidad más global, más centrada en la comunidad y más colaborativa que nunca debido a que deberán enfrentarse al cambio climático, los cambios demográficos globales y la rápida urbanización en la que la sostenibilidad será una expectativa real.
Otro de los puntos que siempre se remarcan al hablar de diferencias generacionales es la conexión social. La interacción digital será la norma en el ámbito personal, educativo y profesional. En ese contexto, el apoyo de sus progenitores en la creación de sus propias identidades digitales con seguridad y sabiduría será una prioridad, al igual que reconocer su individualidad.
Finalmente, para McCrindle la Generación Beta encarnará el equilibrio entre la hiperconectividad y la expresión personal.