El papa Francisco inauguró oficialmente el Año Santo 2025, un evento histórico para la Iglesia católica que movilizará a millones de peregrinos a Roma. La apertura de la Puerta Santa en la basílica de San Pedro marcó el inicio del Jubileo ordinario, simbolizando un tiempo de perdón y misericordia.
Durante la misa de Nochebuena, frente a 30.000 asistentes y una audiencia global, el pontífice realizó la solemne apertura desde su silla de ruedas, debido a problemas de movilidad. Con tres golpes ceremoniales, la Puerta Santa se abrió para invitar a los fieles a cruzarla. “Entremos en el tiempo de la misericordia y el perdón”, expresó Francisco. Posteriormente, líderes de los cinco continentes lo acompañaron en una procesión al altar, dando inicio a un año de eventos religiosos y culturales.
El Jubileo permitirá a los peregrinos acceder a la indulgencia plenaria, una tradición que simboliza el perdón total de los pecados. Además de la Puerta Santa de San Pedro, las basílicas de Santa María la Mayor, San Pablo Extramuros y San Juan de Letrán replicarán este rito, extendiendo la celebración a iglesias de todo el mundo.
Con más de 30 millones de visitantes esperados, la seguridad en Roma fue reforzada con 700 agentes adicionales para garantizar la tranquilidad de los participantes. El Jubileo no solo representa un hito espiritual, sino que también tendrá un impacto económico significativo en la capital italiana, revitalizando el turismo y las actividades comerciales.