Los trabajadores de la planta textil MOM Sports, anteriormente conocida como Textilcom, iniciaron un paro de actividades en protesta por los salarios adeudados desde octubre y otros incumplimientos laborales.
La medida de fuerza fue tomada por los 160 empleados de la fábrica, quienes decidieron detener por completo la producción a partir del mediodía, sin abandonar el lugar ni realizar tareas.
La situación generó una nueva tensión en el sector, luego de que la planta fuera asumida por la nueva firma que, además de no incorporar a todos los trabajadores, no cumplió con sus obligaciones salariales.
En agosto, la firma MOM Sports fue presentada como una solución a los problemas laborales que aquejaban a los operarios, con promesas de estabilidad y la incorporación de los trabajadores cesanteados. El ministro de Industria, Sebastián Caria, había asegurado que MOM Sports sería la respuesta a la crisis, destacando el antecedente de trabajo internacional de la empresa. Sin embargo, a meses de esa promesa, los empleados enfrentan una realidad diferente, con la incertidumbre del pago de salarios y la falta de cumplimiento de lo pactado.