Cada 30 de noviembre se celebra en Argentina el Día Nacional del mate, uno de los máximos símbolos de nuestra cultura.
Se trata de un festejo establecido en el 2015, por el Congreso mediante la ley 27.117, en conmemoración del nacimiento del comandante guaraní Andrés Guacurarí y Artigas (1778-1821), adoptado como hijo por el caudillo rioplatense José Gervasio de Artigas.
La decisión fue promovida por el Senado argentino, con el objetivo de reconocer y promover el valor cultural, social y económico del mate en la vida de los argentinos.
La fecha específica fue escogida a su vez, por coincidir con la Fundación de la “Asociación de Productores de Yerba Mate” (APYM) en 1967, una organización que trabaja para mejorar las condiciones de los productores y la comercialización de la yerba mate en el país.
Historia
Entre 1815 y 1819, el comandante "Andresito" gobernó la Provincia Grande de las Misiones, fue el único gobernador en la historia argentina de origen indígena y promotor de la producción de la yerba mate en la época.
Según información aportada por Alejandra Lapietra, sommelier de yerba mate los guaraníes fueron quienes comenzaron con el consumo de yerba mate, pero ellos recolectaban hojas de las plantas nativas en el monte de la selva paranaense.
Sin embargo, fueron los jesuitas quienes lograron desarrollar una técnica de cultivo de forma controlada de yerba mate, y con la expulsión de los mismos del nuevo mundo, en 1767, el secreto quedó en manos de los guaraníes que habían estado en las reducciones jesuitas y éstos se negaban a trabajar para el régimen español.
Fue recién durante la gobernación de Andresito, de origen guaraní y criado en la reducción jesuítica de Santo Tomé, que el consumo y producción de la yerba mate volvió a resurgir.
Por este motivo, se convirtió en referente de la región yerbatera.
Secretos del ritual
A pesar de que puede diferir por familia o región, el mate tiene un “protocolo”.
El cebador debe tomar los dos primeros, y luego pasarlo a la ronda en sentido de las agujas. Cuando uno de los participantes dice “gracias” al entregarlo al cebador, quiere decir que no tomará más.
Aunque es muy común que, como el dueño de la pelota, el que pone el termo y el mate es quien dispone del orden, lo que suele ser más caótico y entrecortado cuando la mateada se produce en una oficina o en un ámbito laboral.