En una nota realizada en el programa radial "Que vuelvan las ideas" de Radio AM 530 - Somos Radio, se dio a conocer un preocupante estudio que revela que el 90% de la población de Catamarca está expuesta a niveles peligrosos de arsénico en el agua, superando ampliamente los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La investigación, presentada por el Centro de Estudios Interdisciplinarios de la Universidad de Rosario, pone de manifiesto una grave crisis sanitaria en la provincia.
El estudio, que será publicado próximamente en la revista científica Water and Health, detalla cómo el arsénico presente en las napas subterráneas de Catamarca proviene principalmente de la erosión de rocas volcánicas. Sin embargo, también se debe a la actividad minera y otros procesos industriales. Los niveles de arsénico en el agua consumida por la población superan los 10 microgramos por litro, el umbral considerado seguro por la OMS.
Este químico natural está asociado a diversas enfermedades graves, como cáncer, anomalías congénitas, cáncer infantil y enfermedades neurológicas, entre ellas el Alzheimer. Especialmente alarmante es el riesgo para niños pequeños y mujeres embarazadas, quienes son los más afectados por los efectos tóxicos del arsénico.
En la entrevista, el Dr. Alejandro Oliva, director del programa de Salud y Medio Ambiente de la Universidad de Rosario, explicó: "El noventa por ciento del arsénico que llega al agua proviene de los acuíferos y las napas subterráneas debido a la erosión de las rocas volcánicas, mientras que el diez por ciento restante es producto de la actividad humana, como la minería".
Oliva destacó la urgente necesidad de implementar un sistema de vigilancia ambiental y epidemiológica para monitorear la calidad del agua y desarrollar medidas efectivas para remover el arsénico. "Es crucial actuar rápidamente para evitar que más personas sufran las consecuencias de esta exposición crónica", advirtió.
La investigación también alerta que, si estos niveles de exposición se proyectan a nivel nacional, unos 17 millones de argentinos en 12 provincias podrían estar en riesgo, lo que pondría al país ante una epidemia sanitaria.
A pesar de que existen tecnologías para remover el arsénico del agua, la falta de financiamiento en investigación y desarrollo ha dificultado la implementación de soluciones efectivas. El Dr. Oliva hizo un llamado a las autoridades a priorizar la salud pública y garantizar el acceso a agua segura para todas las comunidades afectadas.
"Es esencial que tomemos conciencia de la magnitud del problema y actuemos con urgencia para evitar una tragedia mayor", concluyó el Dr. Oliva en su intervención en el programa "Que vuelvan las ideas".