El establecimiento de feedlot que fue denunciado por un grupo de vecinos del paraje ancasteño de El Totoral, a raíz de los desechos orgánicos vertidos en el afluente de un arroyo que lindera con las viviendas de más de 5 familias, y que en los últimos meses escaló mediáticamente, parece encontrar un nuevo rumbo, tanto para los vecinos del lugar, la familia empresaria y los productores ganaderos de la zona serrana de Ancasti y El Alto.
"No solo nos retiramos por ese problema (denuncia de vecinos por contaminación), sino por varios factores. El primer factor es el faltante de agua para la cantidad de animales, el segundo es el sobrecosto que tenemos con los fletes que llevan el núcleo, el que lleva el maíz, el que lleva la burlanda, y el tercer factor es la cantidad de afluentes que estamos teniendo por la cantidad de animales, no tenemos cómo contener eso en una zona de sierra, pero como comercio agrícola va a seguir firme ahí Tauil", explicó Fernando Tauil.
En la comunicación, el empresario destacó la buena predisposición del municipio de Ancasti para buscar la solución al problema. "La municipalidad nos presta una retropala para poder terminar las contenciones a tiempo". Al mismo tiempo, explicó que no hubo sanción por parte del municipio y el plan de remediación dispuesto por la Justicia iniciará en los próximos por días y estará a cargo de una empresa local, la cual saneará el arroyo.
La logística de la empresa de ahora en adelante se modificará, pero se mantendrán algunos puntos. Seguirán comprando animales a los productores de ganaderos de la zona serrana de Ancasti y parte de El Alto (100 km a la redonda de El Totoral) y acopiarán los bovinos en las instalaciones de El Totoral, para luego trasladarlos a un establecimiento arrendado en Santiago del Estero, en donde se realizará el feedlot propiamente dicho.