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Milei rechazó la Agenda 2030 y apoyó el documento final del G20 propuesto por Brasil

Durante su participación en la reciente cumbre del G20 en Río de Janeiro, el presidente de Argentina, Javier Milei, expresó su desacuerdo con varios puntos clave de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, especialmente en lo relacionado con la intervención estatal y las políticas de gobernanza global.

A pesar de su rechazo a estas disposiciones, Milei apoyó el documento final propuesto por el presidente de Brasil, Lula Da Silva, aunque dejó en claro su postura crítica frente a los puntos que considera una amenaza a la soberanía nacional y la libertad de expresión. En un comunicado oficial enviado desde la Casa Rosada, el mandatario argentino argumentó que el sistema de cooperación internacional, representado por foros como el G20, está en crisis y necesita una reforma urgente para cumplir con su propósito original

El comunicado sostiene que los foros internacionales como el G20 fueron creados con la intención de promover la cooperación entre naciones de forma voluntaria y respetando la igualdad y la autonomía de cada país. Sin embargo, Milei considera que este modelo de cooperación internacional está en crisis, ya que, según él, no ha cumplido con su propósito original desde hace tiempo.

En su intervención, Milei manifestó que no apoya varias de las disposiciones del acuerdo, entre ellas la limitación de la libertad de expresión en redes sociales, el esquema de imposición que vulnera la soberanía de las naciones, y la intervención estatal como solución a problemas globales como el hambre. Además, rechazó lo que consideró un trato desigual ante la ley en los enfoques planteados por la Agenda 2030.

Por otro lado, el presidente de Brasil, Lula Da Silva, defendió la Agenda 2030 como un enfoque clave para combatir la pobreza y el hambre en el mundo, lo que generó una marcada diferencia de enfoque entre ambos mandatarios. Mientras Lula ve en esta agenda una solución viable, Milei sostiene que una mayor intervención estatal no es la respuesta a los problemas económicos y sociales globales, reafirmando así su postura más liberal y pro-mercado.

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