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Bacchiani, el libertario: desde la cárcel asegura que es un detenido político y que "la casta" lo quiere destruir

Edgar Adhemar Bacchiani escribió de puño y letra, una carta abierta hacia la opinión pública. En la misma tilda de “chorros” y de “psicópatas” a los pilares de su financiera Adhemar Capital SRL, insistiendo con que tiene voluntad de pago. Aunque también señala que fue despojado de una wallet. Además, esgrimió que es un preso político y como es libertario, la casta lo quiere destruir.

INFORAMA tuvo acceso a la misiva del encausado. Desde el Servicio Penitenciario de Miraflores, donde ya lleva unos 30 meses de detención, Bacchiani señaló que se siente “enjaulado y censurado”. A continuación se despachó con varios párrafos dedicados a la Justicia, enojado por los conflictos de competencia entre varias provincias. “Nos encontramos bajo una persecución penal, comercial, mediática y política”.

A partir de allí, se enfoca en quienes fueron sus principales laderos.

José Blás, chorro N° 1, armó un esquema en connivencia con muchos de los famosos poceros, generando un desfalco financiero inimaginable en números”, aseguró. Según indica, hacía pagarés falsos y los cobraba por fuera de la empresa. Bacchiani remarca que sus colaboradores eran Pablo Olmi, Ernesto Erderbeche, Franco Brey y Gustavo Aparicio.

El “chorro N° 2” según Edgar es Alexis Sarroca, ya que “hizo lo mismo que Blas pero a menor escala”. El autodenominado “Trader God”, acusa a todos de tener vínculos parentales entre acusados y miembros de la Justicia que lo tiene procesado.

Por último acusa a quienes fueran sus abogados, Carlos Correa y Lucas Retamozo de extorsionarlo a él y sus familiares “de manera vil, sin escrúpulos”. Más adelante también trata al querellante Alfredo Aydar de “extorsionador” y asevera que no denuncia sus coacciones “por no tener garantías de seguridad familiar.

Luego de lanzar otras acusaciones sobre las sucursales de Adhemar Capital en Córdoba, Bacchiani mencionó que tiene motivos de sobra para estar con prisión domiciliaria, pero arbitrariamente no quieren otorgársela.

En otro apartado, indica que él no pidió las quiebras sino que le fueron impuestas. Incluso señala que intentó cumplir algunos pagos estando ya en prisión. “Esos pagos de junio/2022 hasta la fecha no se a manos de quién fueron a parar, lo que si sé es que las personas que los arbitraron se quedaron con el vuelto y muchos pero muchos USDT y no me los retornaron nunca, o sea que me dejaron sin domiciliaria, sin la wallet y sin la posibilidad de nada, pero ellos siguen afuera con los bolsillos llenos”, escribió.

"me dejaron sin domiciliaria, sin la wallet y sin la posibilidad de nada, pero ellos siguen afuera con los bolsillos llenos".

Edgar Adhemar Bacchiani.

“Existe un sinfín de hechos irregulares con tendencia maliciosa, destructiva. La verdad no sé en qué va a terminar todo esto”.

Para el detenido, su caída inició cuando corría el segundo semestre del 2021. En ese momento, envalentonado por su popularidad hacía transmisiones en vivo por sus redes sociales y opinaba de temas diversos. “Cuando expresé la inoportuna intención de: ‘quiero ser gobernador’. El dolor de cabeza que eso me generó es impresionante, se lo tomaron muy en serio y me vieron como el potencial enemigo a destruir, más ellos siendo la casta y yo el libertario”, aseveró el Trader God.

Según sus cálculos, a partir de ese momento la intervención estatal y la denuncia ante el Banco Central de la República Argentina cimentaron su colapso.

“Soy un detenido con características de índole política”, reflexionó.

Un león enjaulado

Las ocho carillas de cuaderno que el CEO de Adhemar Capital llenó de tinta, traen consigo muchos guiños que dejan ver su afinidad política hacia el partido libertario.

Sobre el BCRA, ruega “que Dios le siga brindando fuerza y sabiduría a nuestro líder libertario, el doctor Milei, para que de una buena vez y para siempre cierre semejante porquería obsoleta, inflacionaria y deficitaria”.

Bacchiani mencionó que la causa en su contra tiene alrededor de 50 cuerpos, de 200 fojas cada uno y realizó una comparación con la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner: “(la causa) sería en tamaño más grande que la de la ya condenada CFK, la cual sigue gozando de su libertad”.

Sobre el final, a un costado de su firma, escribió la abreviatura VLLC, es decir "Viva la libertad, carajo".

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