En julio de 2024, el Indicador de Precios en Origen y Destino (IPOD), elaborado por Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), mostró que los precios de los agroalimentos se multiplicaron por 3,1 veces desde el campo hasta la góndola. Esto significa que el consumidor pagó $3,1 por cada $1 que recibió el productor. Esta brecha significativa resalta la disparidad creciente entre el costo de los productos en el punto de origen y su precio final en el mercado.
El análisis del IPOD muestra que la participación del productor en el precio final alcanzó un 35,7% en julio, el porcentaje más alto desde diciembre de 2022. Este incremento del 14,8% respecto al mes anterior indica una mejora en la rentabilidad del productor, pero también refleja la presión creciente sobre los eslabones de la cadena de valor. A pesar de este aumento en la participación del productor, la caída en la demanda de agroalimentos, estimada entre un 30% y un 40%, y el aumento de costos han impactado negativamente en el equilibrio del mercado.
El impacto de factores climáticos adversos también fue notable. Las heladas y el frío extremo afectaron la producción agrícola en todo el país, limitando la oferta de productos. Esta reducción en la disponibilidad ha contribuido al aumento de precios en los alimentos, elevando la participación del productor en el precio final. Sin embargo, la falta de convalidación de precios por parte de los consumidores y el aumento de costos en insumos, transporte y otros gastos han complicado aún más la situación.
Dentro de la canasta IPOD, los productos frutihortícolas han presentado una brecha promedio de 3,6 veces, mientras que los de origen animal han mostrado una multiplicación de 2,9 veces en julio. Los productos frutihortícolas, como el limón y la mandarina, han experimentado variaciones extremas en sus brechas IPOD. El limón, por ejemplo, presentó una brecha de 14,1 veces, y la mandarina de 9,8 veces. Estos productos han sido severamente afectados por una caída en la demanda y problemas de oferta.
Por otro lado, los productos con menor brecha IPOD incluyeron el brócoli y el huevo, con brechas de 1,6 y 1,9 veces respectivamente. El brócoli, en particular, sufrió un aumento del 88,9% en origen debido a las heladas, aunque en destino el incremento fue del 21,8%. Estos datos reflejan cómo las condiciones climáticas y las dinámicas de oferta y demanda influyen en la brecha entre el precio de origen y el precio final en góndola.
La situación actual subraya las tensiones persistentes en la cadena de suministro de agroalimentos en Argentina, donde el equilibrio entre productores, intermediarios y consumidores sigue siendo un desafío significativo. Con una caída en la demanda y costos en aumento, la industria debe enfrentar una compleja realidad económica que afecta a todos los actores del sector.