Ricardo Daniel Urban, guía de montaña y guía profesional de turismo, radicado en Fiambalá y dueño de una posada en el lugar, habló con INFORAMA sobre la situación de la actividad turística en dicha zona.
"El turismo no es un problema en este lugar porque es la industria sin chimeneas, hay mucha gente. Nos ayuda muchísimo en un lugar donde el empleo siempre fue netamente municipal o provincial. El turismo da una mano gigante. Pero también hay una realidad que en la zona hay una actividad minera muy importante, y la actividad minera no es compatible con las áreas protegidas", sostuvo con relación al Proyecto Tres Quebradas para la extracción de litio de la empresa Zijin-Liex que se desarrolla en ese territorio.
"A la provincia de Catamarca le faltan áreas protegidas, que no tiene ningún área que pertenezca a la Administración de Parques Nacionales (APN), y eso es sobre todo acá en la zona de los Seismiles porque hay actividad minera y actividad económica que no es compatible con las áreas protegidas. Lo ideal en mi opinión es crear un área protegida ya que hay sitios Ramsar también en el lugar que protegen humedales. Pero sé que eso no es posible", comentó.
Mencionó que la localidad recibe muchos turistas actualmente, a diferencia de lo que sucedía antes del 2020, cuando fuera de las fechas turísticas más reconocidas o feriados largos, la actividad era menor: "Después de la pandemia el turismo explotó y sigue explotando y cada vez hay más y más gente (…) Ahora mi hospedaje está lleno casi todo el año y la gente sigue consultando, Semana Santa para el próximo año ya se vendió".
En ese nuevo panorama y después de las reiteradas noticias de turistas irrumpiendo en paisajes como los del Balcón del Pissis, dijo que la problemática proviene porque "nunca se fiscalizó en la provincia y ahora se están encontrando con este turismo masivo". "Muchos turistas llegan por las redes, del boca en boca a visitar estos lugares maravillosos y muchos de los municipios no están preparados", aseguró.
El Balcón del Pissis es la excursión más visitada, explicó, con un promedio de 120 a 150 camionetas por día durante la temporada de invierno. Y el gran punto aquí, es que el turista puede subir con su vehículo porque no está prohibido dado que es un área libre y no protegida, indicó Urban. Lo que sí pueden hacer, señaló, es aconsejar que contraten un guía o una excursión . "Distinto sería que fuera un área protegida porque en ese caso sí se le podría prohibir, o cobrarle algo o exigirle que ingrese con un guía", añadió.
"Hay que buscar que el turismo masivo se de en forma armoniosa y que no afecte el entorno natural del lugar".
Ricardo Daniel Urban, guía profesional bilingüe.
"Sube mucha gente por un camino de cornisa en la montaña, que hoy en día está un poco mejor por la actividad minera. Los prestadores turísticos de Fiambalá no alcanzan a transportar tanta gente y muchas veces el turista se ve obligado a tener que subir con su vehículo. No alcanzan los vehículos ni los guías para determinadas épocas como vacaciones de invierno y Semana Santa", detalló.
A eso hay que sumar que si bien se está colocando alguna cartelería bajo la nueva intendencia, pero "aún no es suficiente", expresó. Además pidió contemplar que se trata de "una excursión extrema", y que los vehículos pueden tener un desperfecto, y las personas sufrir de hipotermia o mal de altura por permanecer mucho tiempo a esas altitudes.
"Dentro de la provincia de Catamarca hay muy pocas áreas protegidas, hay una sola que es la Reserva Provincial Laguna Blanca, pero no hay ningún Parque Nacional (…) Igualmente Argentina es un país donde hay muy pocas áreas protegidas".
Ricardo Daniel Urban.
La cartelería, añadió, podría evitar no solo que suban a las lagunas sino también que los vehículos (ya sean cuatriciclos, Utm, camionetas), salgan del camino y marquen la montaña y hagan huellas que tardarán cientos de años en borrarse. También dijo que otra alternativa sería establecer penas, como en el Campo de Piedra Pómez aunque la diferencia es que "esta sí es un área protegida".
"Hay que educar al turista y concientizarlo de que el lugar que están pisando y visitando es un lugar único en el mundo. Acá tenemos la cordillera más alta en el mundo después del Himalaya, no hay lugar así, donde nacen ríos únicos donde hay aguas de vertientes. Hay glaciares donde se encuentran 6 de los 10 volcanes más altos del mundo, 5 de las 10 montañas más altas de América".
Ricardo Urban.
La guía baqueana Melani Yanil Funes explicó que en Fiambalá el concejal Gonzalo Olmedo "está prestando atención a todas estas falencias" y realizó un proyecto con el que pretende que solo guías habilitados puedan entrar al Balcón del Pissis con vehículos 4x4. "Ojalá pronto se ponga en vigencia porque sí es un problema muy grande, he visto hasta bicis allí y son un peligro para todos los que transitan la cordillera y para ellos mismos", agregó.
Por su parte, Tomás Araya, guía de Fiambalá, sostuvo que esto no solo sucede en el Balcón del Pissis, sino también en las dunas en las que se adentran camionetas solas y quedan enterradas: "Después hay que ir a sacarlas y el costo que ese servicio de rescate tiene debe pagarlo el Gobierno y demanda mucho movimiento y económicamente también es un gasto grande y eso no debería estar sucediendo".
"En Tinogasta hay 22 montañas con más de seis mil metros de altura, y todo eso se deberá preservar y sería muy bueno la creación de un Parque Nacional o una reserva provincial".
Ricardo Daniel Urban.
Esta situación sin embargo, parecería repetirse en otros departamentos con mucho turismo. "Hay mucha falta de información sobre los lugares turísticos. Una lástima. El Estado provincial está muy ausente junto a Secretaría de Turismo y Dirección de Medio Ambiente, como también falta de sentido común de la gente al ingresar a distintos lugares turísticos. Específicamente los turistas que hacen por sus propios medios las excursión", aseguró Jorge Alfredo Salcedo, guía baqueano de Belén.
Finalmente, Urban ofreció como soluciones viables, la capacitación de los guías, la fiscalización y colocación de cartelería como mecanismo de preservación y cuidado de la zona. Además, recomendó tomar al turista como un amigo en vez de enemigo e intentar educarlo y explicarle que el lugar que visitan tiene un valor increíble y que forma parte del desarrollo sustentable, basado en el uso de un recurso de manera tal que pueda ser utilizado por esta y las generaciones futuras. "Y que nuestros hijos y nietos, si el día de mañana tienen una camioneta y van a hacer excursiones, que también encuentren esa laguna azul", enfatizó.
