El Gobierno enfrenta un dilema en cuanto a mantener el equilibrio fiscal debido a las actuales condiciones de recesión que han impactado en la recaudación tributaria en términos reales, advirtió el economista Jorge Marchini.
Días atrás, se difundió que la recaudación impositiva evidenció un aumento de 233,5 por ciento interanual en julio, pero una caída de cerca del 10 por ciento si se compara la cifra con el nivel de inflación.
Para Marchini, quien es profesor de Economía en la UBA y vicepresidente de la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA), “la menor recaudación puede amenazar el propio objetivo fiscal del Gobierno, que es el menor déficit”.
Según Noticias Argentinas, el profesor señaló que "el temor es que la recesión se convierta en una depresión económica, se da este círculo vicioso de mayor ajuste, menor recaudación y demanda, menos actividad económica y menor recaudación".
En el mismo sentido, apuntó que Argentina tiene una estructura productiva en la que los impuestos se relacionan directamente con las operaciones económicas y, por tanto, si hay una caída de la actividad económica, cae la recaudación.
"Esto tiene origen en una política de ´shock´ que aplica el Gobierno, concretamente en el severo ajuste fiscal de Javier Milei, que tiene que ver con varios indicadores, entre ellos la reducción drástica del déficit fiscal a partir de la reducción del gasto público, principalmente por menores gastos en cuanto a salarios, quita de subsidios a servicios públicos, eliminación de la obra pública, entre otros", explicó.
Marchini alertó que "la recesión provoca problemas muy serios, porque además de afectar a los sectores más vulnerables, se traduce en no encontrar un horizonte de la economía en perspectiva, se desalientan las inversiones, y por último, afecta el equilibrio social ya que es una situación en la que sectores entran a la pobreza e indigencia".
Además, marcó que el Gobierno no está logrando llevar la inflación al dos por ciento mensual deseado y el peso se revalúa, lo que descompensa el comercio externo, con una pérdida de dinamismo del sector exportador.
Marchini señaló que la recesión está notando que existe una caída de consumo muy amplia y muy generalizada, ya que los principales sectores que consumen menos son los de ingresos fijos, que ven que los productos se encarecen y sus ingresos no aumentan, asimismo sectores que viven del mercado interno y del mercado externo.
"En este momento sucede que los sectores exportadores tienen dificultades vinculadas con el encarecimiento en moneda local de sus costos y las posibilidades de ubicarse en precios competitivos", apuntó.