El 43% promedio de las líneas de producción de las plantas industriales en casi todos los sectores, salvo refinación del petróleo, se encuentra inactivo, transcurrido casi un semestre del año y del nuevo Gobierno.
El último caso emblemático fue la suspensión de 1.550 trabajadores durante 1 semana por parte de la firma Bridgestone, que como agravante lleva exportado apenas un 10% de lo proyectado en el año.
La empresa adujo que los permanentes conflictos gremiales hicieron que reemplazara la producción local por la de Brasil para exportar a otros países.
De acuerdo con Noticias Argentinas, el principal rubro en brazos cruzados se observa en Productos minerales no metálicos e Industrias metálicas básicas, en el marco del mayor nivel de ociosidad en 9 años, excepto 2020 por la pandemia.
Supera 11% el mismo período del año anterior y el 7,2% al promedio de la serie, excepto 2020.
La recesión se respira en las fábricas y se traduce en reducción de los turnos de producción, de horas extras, suspensiones y despidos, cuando no en cierres parciales o totales de establecimientos.
Peor que en diciembre
Surge del segundo relevamiento de 1.097.693 trabajadores nucleados en sindicatos industriales (CSIRA) y más de 60 mil empresas que, en la actualidad, la situación es mucho peor que en diciembre, juicio que se vino repitiendo en los dos últimos meses.
En casi el 80% de las empresas hubo despidos. Solo 21,1% de los casos relevados reportan no haber sufrido desvinculaciones forzosas en el período que va desde diciembre a la actualidad. Hubo, además, en este lapso suspensiones, ofrecimiento de retiros voluntarios, jubilaciones anticipadas y recorte de horas extras.
En ese sentido, las suspensiones fueron reconocidas por el 60% de los encuestados, los retiros voluntarios estuvieron presentes en el 80,0% de las respuestas y las jubilaciones anticipadas, en 35,0% de las empresas. En 9 de cada 10 casos se computaron recortes de horas extras. Adelanto de vacaciones: 65,0%.
La opinión recabada sobre la situación económica para la muestra es crítica, según la opinión de los gremios relevados. La pregunta sobre la comparación respecto de diciembre fue en un 90,0% que considera desmejorada la situación.
Pero el dato más contundente se refleja en que 5 de cada 10 respondieron que, en la actualidad, la situación es mucho peor que es diciembre. El dato es similar al relevamiento de mayo, lo que muestra que la situación no ha mejorado en los últimos dos meses.
La caída de las ventas se considera un factor central. El dato también es duro: el 65% indica que cayeron las ventas más de 15%. Del mismo modo, en relación con la producción, también el 63,2%, sostuvo que la caída fue superior al 15%, mostrando el estrecho linkeo entre ventas y producción.
El dato de caída de ventas supera a la del relevamiento de mayo, que alcanzó 60,9% Las empresas afectadas venden mayoritariamente en el mercado local: el 52,7% de las empresas destinan más del 50% de sus productos al consumo en la Argentina.
El dato de capacidad instalada ociosa publicado en el informe es coincidente con los datos nacionales: casi 40% sostiene que se usan 6 de cada 10 máquinas o menos (al que se le suma otro 26,3% con 30% a 40% de capacidad instalada ociosa). Como dato complementario, hay una disminución significativa en los turnos de producción.
El 75% de los sindicatos consultados indica que sus empresas han reducido sus turnos de producción. En particular, el 60% señala que las empresas del sector redujeron sus turnos de producción hasta en un 30%, mientras que un 15,0% indicó que la reducción supera el 30%.
En cuanto al pago de salarios, solo el 56% de las empresas puede abonar a sus trabajadores en las fechas de cobro establecidas. Al extender las consultas al ámbito de los proveedores, solo el 33,3% de las respuestas señala que las empresas han podido pagar a sus proveedores en tiempo y forma, mientras que un preocupante 40% se ve obligado a realizar pagos durante el transcurso del mes.
Las expectativas futuras
Las expectativas para los próximos 6 meses se mantienen en niveles críticos: 95% considera que empeorará. En la comparación con mayo, se percibe una leve mejora en la percepción que indica que, aunque la mayoría sigue sosteniendo que estará mucho peor, ese guarismo se reduce de 73,9% a 55,0%.
Solo un 5% de las empresas se mostraría optimista respecto a mantener una situación similar a la actual, lo que evidencia un pesimismo generalizado y profundo respecto al futuro próximo de la economía.
La evaluación sobre como impactaría la Ley de Bases en las industrias respectivas es que no trajo ningún alivio. Ninguno de los sindicatos encuestados ve una mejora con esta sanción. El 65% de los encuestados indicaron que empeorará el funcionamiento y solo el 20% considera que estará igual.