El Dr. Guillermo Mazo, jefe de la Unidad de Arritmias y Electrofisiología del Sanatorio Pasteur, lideró la intervención. “Es como un chip que ponemos en el corazón y que no lleva cables. La gran ventaja de este método es que tiene una tasa de infección casi nula”, explicó Mazo.
El marcapasos, de solo 2 cm de tamaño, cuenta con una batería que dura entre 12 y 15 años, y está diseñado para pacientes con alto riesgo de infecciones o sin accesos venosos superiores.
El paciente, afiliado de PAMI, se benefició de la cobertura total del dispositivo por parte de la obra social. Este avance tecnológico no solo mejora la calidad de vida de los pacientes, sino que también coloca a Catamarca en un nivel avanzado de atención médica. “Estamos muy contentos con poder seguir evolucionando y creciendo con la electrofisiología aquí en Catamarca”, destacó el Dr. Mazo.
El camino hacia esta intervención incluyó extensas capacitaciones y prácticas con robots y simuladores, además del acompañamiento de médicos orientadores. E
El Dr. Mazo subrayó la importancia de estar a la vanguardia: “Este tipo de intervención es lo que viene a nivel mundial, porque cada vez se está desarrollando más. Contamos con un gran equipo en la unidad de Electrofisiología y Arritmia que trabaja en conjunto para mejorar la calidad de vida de las personas”.