En mayo, los precios de los agroalimentos en Argentina se multiplicaron por 3,3 veces desde el productor hasta el consumidor, según el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Esto significa que por cada peso que recibió el productor, el consumidor pagó 3,3 pesos en la góndola, lo que refleja una disparidad notable en la cadena de comercialización de alimentos.
En promedio, los productores explicaron el 34,4% de los precios finales de venta. La mayor participación la tuvieron los productores de acelga con un 65,5%, mientras que los productores de limón apenas alcanzaron el 8,4%, evidenciando una significativa variabilidad entre diferentes productos. Esta brecha se observa tanto en productos frutihortícolas como en aquellos de origen animal.
En el sector frutihortícola, los precios de las 19 frutas y hortalizas incluidas en la canasta IPOD se multiplicaron por 4,2 veces en mayo, representando una leve disminución del 2,3% respecto a abril. Por otro lado, los productos de origen animal mostraron una multiplicación de precios de tres veces, lo que implicó una reducción del 6,2% en comparación con el mes anterior.
Los productos con mayores brechas en mayo:
El limón, cuya diferencia entre origen y destino alcanzó las 11,8 veces, seguido por la mandarina (7,4 veces), la carne de cerdo (5,9 veces), la manzana roja (5,9 veces) y la pera (5,5 veces). En el caso del limón, aunque su precio en origen no presentó variación, su precio en destino cayó un 5,9%. La carne de cerdo, en cambio, experimentó incrementos tanto en origen (0,4%) como en destino (5,1%).
En contraste, la acelga mostró la menor brecha, con un multiplicador de 1,5 veces, pese a que sus precios aumentaron un 56,2% en origen debido a la menor producción causada por las adversas condiciones climáticas. La calabaza y el huevo también presentaron bajas brechas, de 1,7 y 1,9 veces respectivamente, con ajustes moderados en los precios tanto en origen como en destino.
La volatilidad en los precios de ciertos productos como el brócoli y el pimiento rojo se debió en gran parte a las condiciones climáticas dispares que afectaron la producción en todo el territorio nacional. En mayo, jornadas de fríos intensos, heladas y lluvias se combinaron con días de temperaturas elevadas, impactando negativamente en los volúmenes de ingreso al Mercado Central y en la calidad de la oferta disponible.