Griselda Elizondo, referente del programa ampliado de inmunización, detalló la preocupante situación actual de la vacunación en Argentina. Según Elizondo, "se vacunó el 52% de la población pediátrica, el 45% de los adultos, el 44% de los mayores de 65 años y el 40% de las embarazadas". Estas cifras reflejan una baja cobertura que preocupa a las autoridades sanitarias.
Elizondo señaló que la resistencia a vacunarse, especialmente con la vacuna antigripal, está en aumento. "Hay diferentes campañas en contra de la vacunación que difunden mensajes erróneos, sumado al miedo generado por la experiencia con la vacuna contra el COVID-19," explicó la licenciada. Esta situación, según Elizondo, está generando un cierto temor en la población y una reticencia a ser inmunizada.
Ante esta problemática, desde el Ministerio de Salud se están implementando diversas estrategias. Elizondo destacó: "Tenemos puntos fijos de vacunación en centros de atención primaria y nuestro vacunatorio central. Además, realizamos vacunación a domicilio para personas mayores o con discapacidad, así como actividades extramuros en fábricas, escuelas y centros comunitarios"
Sobre la vacunación antigripal, Elizondo aclaró que no siempre es necesario el pedido médico. "Es obligatoria para ciertos rangos etarios según el calendario de vacunación," explicó. Los niños de 6 meses a 2 años deben recibir dos dosis, mientras que los mayores de 65 años deben vacunarse anualmente. Para el grupo de 3 a 64 años con factores de riesgo, la vacunación sí requiere indicación médica.
En cuanto a la respuesta de la población ante estas estrategias, Elizondo destacó desafíos pero también avances. "Estamos trabajando para revertir la tendencia a la baja en la vacunación, conscientes de que es crucial para prevenir contagios y proteger la salud pública," concluyó la licenciada, instando a la comunidad a confiar en las vacunas como herramienta efectiva de salud preventiva.
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