En mayo, el índice de precios al consumidor (IPC) mostró un marcado descenso al ubicarse en un 4,2%, cifra que no se veía desde el primer trimestre de 2022 cuando se registró un 3,9%.
Este dato representa no solo la quinta desaceleración consecutiva del indicador oficial, sino también un resultado por debajo de las expectativas del mercado, que anticipaba una inflación del 5,2% según el Relevamiento de Expectativas del Banco Central (REM).
Las tarifas de servicios públicos, combustibles y prepagas, mantenidas bajo control, jugaron un papel crucial en esta moderación de los precios. Este contexto refleja el impacto de las políticas económicas implementadas para contener la inflación, aunque persiste la necesidad de mantener estas medidas en el tiempo para consolidar una estabilidad económica sostenida.
El dato oficial proporcionado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) se alinea estrechamente con la proyección previamente divulgada por la dirección estadística porteña, que estimaba un 4,4% para el quinto mes del año.
En el desglose por divisiones, Educación experimentó un alza del 7,6% debido a incrementos en todos los niveles educativos, mientras que Bebidas alcohólicas y tabaco registró un aumento del 6,7% debido a la suba en los precios de los cigarrillos.
La división con mayor incidencia en todas las regiones fue Alimentos y bebidas no alcohólicas, que subió un 4,8% destacándose los incrementos en Verduras, tubérculos y legumbres; Leche, productos lácteos y huevos; y Aceites, grasas y manteca.
Por otro lado, las divisiones que mostraron las menores variaciones en mayo fueron Salud, con un aumento del 0,7% impulsado por bajas en las cuotas de medicina prepaga, y Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles, que subió un 2,5%.
A nivel de categorías, los precios Estacionales aumentaron un 7,2%, seguidos por los Regulados con un 4,0%, mientras que el IPC Núcleo registró un incremento del 3,7%.