Este fin de semana, la comunidad de Recreo vivió momentos de profundo dolor al despedir a los docentes Carmen Cejas y Alberto Martín Herrera, víctimas de un trágico siniestro vial ocurrido el 13 de mayo.
Los restos de ambos fueron sepultados tras un proceso de identificación que se completó en tiempo récord, gracias a las pruebas de ADN realizadas en menos de 48 horas.
El accidente que cobró la vida de Cejas y Herrera se produjo en la Ruta Nacional 157, donde una invasión de carril resultó en la colisión frontal y la destrucción total de ambos vehículos involucrados.
Según el informe de la División Criminalística, la magnitud del impacto y las condiciones del siniestro hicieron necesaria la utilización de pruebas genéticas para confirmar las identidades de las víctimas.
La causa judicial contra el joven Echazú, de 19 años, continúa avanzando. Echazú enfrenta cargos de "homicidio culposo agravado por la cantidad de víctimas y la conducción imprudente". Las investigaciones preliminares señalan que una maniobra indebida de Echazú provocó la invasión de carril que derivó en el fatal accidente.
Familiares, amigos y colegas de Cejas y Herrera se reunieron para rendir homenaje a los docentes durante los actos fúnebres. La emotividad de la ceremonia reflejó no solo el dolor de la pérdida, sino también el impacto positivo que ambos dejaron en su entorno.