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Los impuestos que Milei prometió reducir, serían los que sostienen la recaudación y el superávit fiscal

El Presidente argentino anunció esta medida en el marco del discurso por el 25 de Mayo en Córdoba. Adelantó que se llevará a cabo cuando se defina el futuro de la Ley Bases.

En su discurso por la celebración del 25 de Mayo en Córdoba el presidente Javier Milei reiteró su promesa de avanzar “en una reducción significativa de impuestos, empezando por el impuesto PAIS, un impuesto extorsivo que atenta contra la producción y el crecimiento económico”.

Ayer en un acto en la sede de la Sociedad Rural, en el cierre de la edición número 81 de una exposición ganadera (Angus de Otoño Indoor, organizada por la Asociación Argentina de Angus, AAA) ya había prometido que eliminaría dicho impuesto más las retenciones a las exportaciones. También dijo que levantará el cepo cambiario.

El tercer tributo que prometió bajar Milei es el impuesto a los débitos y créditos bancarios, más conocido como “impuesto al cheque”.

Sin embargo, de acuerdo a un análisis realizado por el periodista Sergio Serrichio, de Infobae, los impuestos que mencionó son justamente los que sostendrían la recaudación y el superávit fiscal.

En ese sentido, un estudio del economista Marcelo Capello, del Ieral de la Fundación Mediterránea, muestra que entre enero y abril la recaudación del impuesto PAIS fue de lejos la que más aumentó.

La variación interanual, descontada la inflación, de la recaudación de los impuestos nacionales en el primer cuatrimestre del año.

Peor aún, el segundo impuesto cuya recaudación más aumentó fueron las retenciones (un impuesto a las exportaciones) y el tercero los aranceles a la importación. De hecho, esos fueron los únicos tres impuestos cuya recaudación aumentó en términos reales (esto es, más que la inflación) en el primer cuatrimestre de este año.

Esos tres tributos tienen una característica común, señala Serrichio: no se coparticipan con las provincias, que así sintieron de pleno la caída de la recaudación del resto de los impuestos, desde el IVA cuya variación fue -2,1%, pasando por el impuesto al cheque (-11,8%), hasta el desplome de la recaudación de tributos más ligados al nivel de actividad y la coyuntura económica general, como Internos (-18,7%), Seguridad Social (-22%) Combustibles (-35,8%), Ganancias (-35,9%) y Bienes Personales (-67,5%).

Ese esquema tributario hizo a su vez que entre enero y abril, mientras la recaudación que queda en manos del gobierno nacional se redujo, descontada la inflación, un 10,1%, aquella con destino a las provincias se derrumbó más del doble: 22,9 por ciento.

El impuesto al cheque, creado como un tributo de emergencia durante la gestión de Domingo Cavallo, lleva más de 20 años de aplicación. En una entrevista en TV, Milei había dicho: “Cuando se recupere el PBI tengo dos opciones: aumentar el gasto o bajar impuestos. ¿Qué voy a hacer? El gasto no lo voy a subir”.

Entonces, a menos que efectivamente se produzca un rebote de la actividad económica, la reducción de impuestos dañaría seriamente lo que fue hasta ahora el pilar de la política económica del gobierno para reducir la inflación: el superávit fiscal, reflexiona Serrichio.