El despido masivo que acarreó el cierre de la empresa Textilcom conmovió a la sociedad catamarqueña. Inforama compartió en sus redes sociales un video en el que se observa a una operaria en medio de las máquinas de coser con lágrimas en los ojos reclamando por su trabajo: "Las máquinas no son del empresario, son nuestras", vocifera al final del video mientras sus compañeros aplauden.
El programa 1/2 Mañana de Radio INFORAMA se comunicó con Alejandra, quien pudo contar su situación y la de sus compañeros. "Vienen funcionarios distintos de los partidos políticos y ninguno nos da una respuesta", arrancó.
Alejandra comentó que por el temor que desde la empresa retiren las maquinarias, van a seguir tomando la fábrica. "Ayer cuando vino un funcionario de Trabajo, ellos dijeron que la máquina corresponde al empresario pero nosotros sabemos con certeza que se las compró con fondos nacionales", declaró la trabajadora y además insistió: "Las máquinas nos correspondan a nosotros".
La operaria ya pasó por momentos de incertidumbre laboral en el pasado. Alejandra fue operaria de la fábrica Tileye, que en 2018 cerró sus puertas dejando a 50 trabajadores en la calle. En esa oportunidad la empresa cerró sus puertas y no dejó ingresar a sus operarios. "Acá llegamos a tiempo, cuando nosotros llegamos a Tileye era tarde ya, no había maquinaria, no había nada", contó.
"Tengo 57 años, estoy trabajando desde los 18 años, tengo 35 años de servicio en el rubro textil", explicó Alejandra. Está próxima a jubilarse y su preocupación pasa por la situación de los jóvenes, ya que para la mayoría es su primer empleo. "Ellos tenían la ilusión de su primer trabajo digno, verlos tristes estos días me mató, lloro porque le quitaron la moral, la dignidad y a los adultos como yo, nos quita la ilusión, es tratarnos de inútiles", finalizó ostensiblemente angustiada.