El próximo Festival Nacional de Zamba aviva la emoción en Catamarca, recordando la victoria del año pasado que colocó a la provincia en el mapa de la danza nacional. Pablo Segovia, uno de los protagonistas de esta gesta, recordó con orgullo: "Aún disfrutamos del título que, junto a mi compañera de baile Gabriela Cano, conquistamos el pasado 7 de mayo, consagrándonos como la pareja nacional de zamba".
Para los catamarqueños, este logro es mucho más que un simple trofeo. Según Segovia, "Es un hito trascendental para la provincia, que no había alcanzado un triunfo semejante en la danza en años. Refleja el arduo trabajo de nuestros bailarines y el compromiso con el arte de la danza".
El camino hacia el éxito estuvo marcado por desafíos y sacrificios. Segovia reflexionó sobre el esfuerzo conjunto: "Fue un trayecto exigente, que demandó compromiso, responsabilidad y una preparación integral. Sin embargo, logramos nuestro objetivo y llevamos el nombre de Catamarca a lo más alto".
Con más de 140 parejas competidoras este año, la competencia se intensifica, Segovia destacó la preparación necesaria para el evento: "La danza evoluciona constantemente, exigiendo un nivel óptimo en todas las áreas. La inversión en entrenamiento, vestuario y acompañamiento profesional es fundamental para competir a nivel nacional".
A pesar de las reglas que impiden a los campeones defensores participar nuevamente, el legado de Catamarca perdura. Segovia asegura: "El título del 2023 será siempre parte de nuestra historia. Aunque no podamos competir este año, seguimos trabajando hacia nuevos desafíos y metas".
La ceremonia de entrega del título, que se llevará a cabo mañana por la noche, promete ser un momento emotivo para los bailarines y la comunidad. Segovia anticipa con entusiasmo: "Mañana, en el 38º Festival Nacional de Zamba, presenciaremos el ascenso de una nueva pareja nacional. Estaremos presentes como campeones salientes, despidiéndonos con nuestra última zamba como campeones en este escenario tan especial".
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