Debido a las fuertes críticas recibidas tras la desregulación de los precios que hizo subir sin freno el monto de las pregagas, el Gobierno les impuso retrotraer las cuotas a los valores de diciembre de 2023. Por lo que estas se encuentran recalculando las cuotas que cobrarán a sus clientes el mes que viene. Se estima que en promedio bajarán alrededor de un 20% nominal.
Al mismo tiempo, se estableció como tope para los incrementos desde ese momento hasta abril y por los próximos seis meses, la inflación promedio que mide el INDEC. Sin embargo, fuentes del sector advirtieron por un “inminente colapso del sistema” producto de los desequilibrios acumulados, por lo que solicitaron debatir una desregulación no sólo de precios sino también de servicios.
Además, piensan apelar las medidas promovidas por la Secretaría de Comercio, de acuerdo a Ámbito. También anticiparon que en las próximas semanas crecerá la escasez de turno y el cobro de copagos.
Según informaron, las empresas cumplirán a regañadientes, pero en algunos casos intentarán agotar todas las vías administrativas y judiciales para revertir la regulación del Ministerio de Economía.
El enojo de las prepagas, se debe a que el retroceso de las cuotas implicará también retrotraer las actualizaciones que habían concedido a sus prestadores, y según sostienen, que al mismo tiempo otorgaron incrementos salariales en función de los ingresos previstos.
Otro de los cuestionamientos está relacionado al índice con el que se calculan los topes, ya que las fuentes sostienen que deben estar vinculados a los costos del sector y no al IPC. Eso involucraría una convocatoria más amplia para revisar también el accionar de los laboratorios y los prestadores.
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