La senadora Lucía Corpacci, a través de sus redes, manifestó su malestar: "Entre indignación y profunda tristeza…Sr. obispo, no mezcle política con la Virgen de todos los catamarqueños". La polémica surge en torno a la decisión del obispo Luis Urbanc de bendecir un manto que fue confeccionado especialmente para el presidente Javier Milei.
Por su parte, la diputada Adriana Díaz criticó la mezcla de intereses políticos y religiosos: "Lo más sano para un sistema democrático es la separación de los intereses de Iglesia y Estado". Sugirió que la fe mariana debería trascender los posicionamientos partidarios y políticos, y cuestionó la apropiación de símbolos religiosos en actos políticos.
La ex ministra Andrea Centurión, también en sus redes, marcó con un circulo rojo en una imagen del bordado del manto de la virgen y manifestó que sentía vergüenza.
El manto en cuestión, que incluye la imagen del presidente Milei junto al Papa Francisco, ha sido interpretado por algunos como un gesto político inapropiado en un contexto religioso, especialmente considerando las críticas previas de Milei hacia el Papa. La situación ha generado un amplio debate sobre la relación entre la Iglesia y el Estado en Argentina, y sobre cómo los símbolos religiosos son utilizados en la política