Al ver la necesidad de muchos chicos que debían caminar varios kilómetros para llegar a la escuela, la Prof. María Llampa decidió actuar. La ayuda de Claudio y María Laura fue fundamental, pero también recibió el apoyo de amigos motoviajeros de diferentes lugares del país, así como de personas cercanas que depositaron su colaboración.
La emoción se palpaba en el ambiente durante la entrega de las bicicletas en la escuela de Tatón. Los niños y sus familias expresaron su agradecimiento y alegría por este gesto que facilitará su acceso a la educación y mejorará su calidad de vida. La comunidad se unió en un almuerzo cargado de sentimientos y gratitud hacia los donantes y colaboradores.
En redes sociales, Claudio Leguizamón expresó su satisfacción por el impacto positivo de la campaña y alentó a continuar con la iniciativa: "Esta campaña debe continuar en diferentes localidades para seguir entregando bicicletas a niños que lo necesitan".
Esta historia es un recordatorio del poder transformador que tienen los actos de generosidad y solidaridad, así como de la importancia de trabajar juntos para construir un mundo más justo y equitativo.