El Parkinson es una enfermedad crónica, caracterizada por el deterioro progresivo de los síntomas que, con el tratamiento adecuado, pueden tardar más tiempo. Los síntomas más comunes son los temblores, las contracciones musculares dolorosas y la dificultad para hablar.
Si bien esta enfermedad suele afectar a personas mayores, también puede darse en personas más jóvenes, y suele afectar más a hombres que a mujeres. Aunque se desconoce qué causa la enfermedad, se sabe que el riesgo de padecerla es mayor en las personas con antecedentes familiares.
La enfermedad de Parkinson causa limitaciones funcionales y requiere de múltiples intervenciones desde los equipos de salud.
Características
- No es contagiosa y se considera que, para que una persona la desarrolle, intervienen diversos factores, como la genética, el ambiente, la vulnerabilidad neuronal y el envejecimiento.
- Una de las características es la lentitud de la persona para iniciar, ejecutar y detener los movimientos voluntarios. Esto ocasiona dificultad para la marcha y el desarrollo de actividades de la vida diaria, como vestirse, comer, manipular cosas.
- Este síntoma puede asociarse con rigidez y dificultad para flexionar y extender segmentos corporales, es decir partes comprendidas entre dos articulaciones. También puede haber temblor de manos, de una parte, o del total del cuerpo y alteraciones en la postura.
- Previo a estos síntomas, pueden aparecer otros que se deben tener en cuenta para la consulta médica temprana: ansiedad, depresión, psicosis, demencia, alteraciones del sueño, trastornos cardiovasculares y gastrointestinales, trastorno del olfato.
- Aún se desconocen las causas que generan la degeneración neuronal. La enfermedad no es curable, aunque existe tratamiento farmacológico para retrasar su progresión, mejorar los síntomas, evitar discapacidad y mantener la mayor independencia del paciente para desarrollar las actividades cotidianas. En algunos casos muy puntuales, se puede recurrir a una cirugía.
- Además, en la etapa temprana es importante el ejercicio físico, la fisioterapia, mantener la actividad cognitiva y la interacción social con el entorno.