El escenario sindical se tornó tenso con la exigencia de renuncia por parte de Barrionuevo hacia Héctor Daer, uno de los referentes principales de la CGT. Barrionuevo cuestionó la pasividad del sindicato ante las necesidades de los trabajadores y arremetió contra la gestión presidencial de Javier Milei, al que acusa de no comprender la situación actual del país.
Durante un encuentro con dirigentes sindicales en Parque Norte, Barrionuevo instó a la convocatoria urgente de un plenario de secretarios generales para definir nuevas medidas de fuerza ante las políticas del gobierno.
Asimismo, se hizo ligar para destacar la imperiosa necesidad de una renovación en la conducción sindical y lanzar fuertes críticas hacia la gestión económica del país.
Las declaraciones de Barrionuevo reflejan un profundo malestar dentro del movimiento sindical argentino, evidenciando las tensiones internas y la falta de consenso en cuanto a la estrategia a seguir frente a las políticas gubernamentales.