Un efectivo de la Policía de la Provincia, un hombre de 40 años, denunció que fue víctima de engaño y extorsión. Relató que conoció a una joven a través de Facebook, aceptando una solicitud de amistad aparentemente inocente. Lo que comenzó como una charla casual pronto se trasladó a WhatsApp, donde intercambiaron mensajes para conocerse mejor, sin que nada indicara una situación fuera de lo común.
El numerario dijo que la persona con la que chateaba reveló ser menor de edad durante una de sus conversaciones. Alarmado por esta revelación, el policía habría decidido poner fin a la comunicación, cortando todo contacto.
Sin embargo, un hombre que decía ser el padre de la supuesta menor contactó al policía presuntamente exigiendo dinero a cambio de no iniciar acciones legales. En una serie de llamadas intimidatorias, el progenitor solicitaba una transferencia monetaria como forma de "compensación", según el relato del denunciante.
Según la denuncia, el policía recibió una llamada de un supuesto fiscal de la provincia de Mendoza, amenazando con una causa legal en su contra si no realiza el pago exigido. Estas intimidaciones llevaron al hombre a bloquear ambos números de teléfono y presentarse ante la unidad judicial para denunciar la situación.