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Muia: "Si el superávit fiscal es a costa del hambre de los jubilados, no estoy de acuerdo"

El titular de la Unión Industrial de Catamarca entiende que si bien era necesario un "sinceramiento de precios" y mayor valoración del sector empresarial, ciertas medidas deberían ser graduales.
Por Redacción Inforama

En medio de un panorama económico crítico y con la baja de la producción por la escasa demanda, se suscitaron varios anuncios de despidos, recortes de horas extras, suspensiones, entre otras medidas en distintas empresas de diferentes provincias. Y más recientemente, en la fábrica Longvie de Catamarca, que informó la suspensión de 57 operarios.

En este contexto, Carlos Muia, presidente de la Unión Industrial de Catamarca dijo que si “el superávit fiscal es a costa de la miseria y del hambre de los jubilados, no estoy de acuerdo. Prefiero esperar dos meses más para el equilibrio fiscal, pero que los jubilados coman todos los días en este escenario”.

Sin embargo, ”la verdad vivíamos en un país que no tenía y gastaba lo que no tenía. Hay que ser realista en este aspecto”, expresó Muia. "Creo que es una condición natural lo que se está dando. Tengo fuerte esperanza de que la actividad se reactive porque tenemos un país muy rico”, agregó en diálogo con Radio Valle Viejo.

También comentó que “cuando a un obrero apenas le alcanza para vivir, para alimentarse, difícilmente puedan destinar algo de sus ingresos al consumo, con lo cual todo tipo de consumo se ve afectado. El de calzado, indumentaria, electrodoméstico, hasta de supermercado, que tiene que ver con la comida diaria”.

Además, Muia explicó que en general las empresas intentan llegar a un acuerdo salarial, “porque llega un momento que ya no se puede seguir produciendo para almacenar stock en depósitos que están abarrotados de materia prima y mercadería, eso también tiene un costo financiero. Entonces se busca una medida que sea lo más sana y de perjudicar lo menos posible el ingreso de los asalariados”.

“Quienes dependemos del mercado interno, el problema más grave es el atraso. Si la gente tiene un ingreso que apenas alcanza para sus necesidades inmediatas, no puede dedicar plata al consumo. Y esto lo vemos en el paupérrimo ingreso que tiene jubilados y empleados estatales y asalariados privados”, añadió y aseguró que la salida en lo inmediato es la recomposición salarial, pero que en ese camino “habrá algunas empresas que pueden afrontarlo y otras que no puedan”.

En cuanto a qué se pueda hacer para mejorar la situación, explicó que se necesita de un escenario que sea más previsible. “Hay una gran batalla contra la inflación y sinceramiento de precios. Esto hace que también de alguna manera baje el costo financiero para las empresas. Los bancos empezaron a bajar tasas de referencia. Necesitamos que esas tasas sigan bajando para que las empresas tengan acceso al crédito y que puedan financiar su producción y también su venta. Empezar a generar plazos de pago que tengan algún asidero, alguna posibilidad y alguna facilidad en el tiempo, hablar de 30, 60, 90 días”, expresó.

Y comentó que la industria argentina venía trabajando prácticamente con condiciones de contado, “porque cuando varían los precios todos los días o todas las semanas y varía el dólar y varían las condiciones, entonces uno no puede financiarse, y si no hay financiamiento a la cadena de distribución, la cadena de distribución tampoco puede financiar en el mostrador”.

“Teníamos una situación explosiva, veníamos de índices de inflación que realmente eran explosivos y de tasas de crédito que no eran sanas para ninguna empresa”.

Carlos Muia, presidente de la Unión Industrial de Catamarca

Ahora, para aquellos que nos tratan de inútiles, yo les digo que el empresariado soportó demasiada presión y dio demasiadas muestras de espíritu de trabajo y de supervivencia. Aquellos que creen que nosotros no estamos en condiciones de competir con el mundo porque nos quejamos ante la apertura de los mercados, yo les digo a quien quiera, un coreano o un chino, un vietnamita, que venga a trabajar en este país y que se sujete a las mismas normas laborales que tenemos nosotros, la misma presión gremial, a la misma presión tributaria que tenemos a la tasa de inflación, a las tasas de crédito, a los peajes que tenemos que pagar, a la cantidad de impuesto que se superponen. Entonces después, cuando ellos vengan y produzcan mejor que nosotros, aceptaremos que somos inútiles, pero les aseguro que no es así. El empresario argentino sabe, el industrial sabe cómo competir. Lo que necesitamos son las mismas condiciones que tienen el resto del mundo”, fundamentó el presidente.

En cuanto a las medidas de apertura de mercados defendidas por algunos miembros del Gobierno, dice que se trata de “funcionarios que jamás tuvieron contacto con lo que significa producir en una empresa, tener asalariados, pagar el 931. Viven detrás de los escritorios. No tenemos miedo a la importación. Nuestro sector siempre dijo que si quieren importar no hay ningún problema, pero demos cupos de importación. Es decir, si el mercado es de 100.000 unidades de bicicletas, nosotros damos el 30% de ese mercado indumentaria, el 30% de lo que signifique la indumentaria, calzado. Cuando deja importar un cupo del 30% tiene la calidad y el nivel que trae la competencia externa y eso estimula a producir”.

Pero “si se deja libre albedrío a la importación nos dejan en desigualdad porque el que produce afuera no tiene los costos impositivos y las condiciones gremiales que tenemos nosotros en nuestro país, ni siquiera las condiciones de crédito. Y además la escala, no es lo mismo cuando un país produce para un mercado de 300, 400 millones de habitantes que cuando se produce para 40, los costos son totalmente distintos”, fundamentó.

Por último, dijo que la baja de impuesto tendrá que ser gradual, "solo pido que no creen impuestos nuevos ahora”.