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Nueva vida para el Trapiche: reconstruyendo la historia azucarera en Fray

Autoridades de la CAF, el Ministerio de Infraestructura y Obras Civiles de la provincia, y el municipio de Fray Mamerto Esquiú recorrieron el Trapiche Azucarero, un sitio histórico que marcó el inicio de la industria azucarera en Argentina en el siglo XIX. La puesta en valor de este emblemático lugar representa un hito en la preservación del patrimonio cultural y turístico de la región.
Por Lourdes Costanzo

El proyecto de revitalización del Trapiche fue concursado por el Municipio de Fray Mamerto Esquiú durante la gestión del ex intendente Guillermo Ferreyra y recibió el respaldo financiero de la CAF, a través del Banco de Desarrollo de América Latina. Ahora, bajo la gestión de la intendenta Alejandra Benavidez, esta iniciativa cobró vida, ofreciendo un nuevo atractivo para los habitantes y visitantes de la zona.

Recientemente puesto en funcionamiento, el Trapiche forma parte de un proyecto más amplio de recuperación y refuncionalización del Camino Real, una ruta de gran importancia histórica para la provincia. La visita de las autoridades de la CAF y del Ministerio de Infraestructura y Obras Civiles resalta la relevancia de esta iniciativa y su impacto en el desarrollo local.

La entrega del predio al Municipio de Fray para su administración y desarrollo, realizada a fines de 2023 por el Gobernador Raúl Jalil, subraya el compromiso con el fortalecimiento de las comunidades locales y la preservación de su historia y cultura.

Historia

El Trapiche de Fray Mamerto Esquiú tiene sus raíces en el siglo XIX, cuando Don Antonio Molas del Viso, un español residente en la región, inició su construcción en 1808. Para 1813, la industria alcanzó su plena producción, convirtiéndose así en la primera del país en producir azúcar, en una época en la que este producto aún era importado.

Durante su apogeo, el Trapiche no solo producía azúcar, sino también derivados como alfeñique, chancaca y melaza, destinados principalmente al consumo local. La historia cuenta que el cura Padre Eusebio Colombres, mientras se desempeñaba como Congresal en la elaboración de la Constitución Nacional de 1816 en Tucumán, trasladó esta industria a esa provincia, lo que marcó el inicio del auge de la industria azucarera en la región.

Con el correr de los años, la producción azucarera de Molas del Viso se expandió a diferentes puntos del país. Sin embargo, el Trapiche, situado en el antiguo Camino Real, la principal vía de tránsito de la provincia y la región, fue gradualmente olvidado.

Fue durante la gestión de Guillermo Ferreyra que se impulsó la recuperación de este punto de gran valor histórico. Con el apoyo del Gobierno de la Provincia, se logró acceder a financiamiento internacional para su ejecución, marcando así el inicio de un ambicioso proyecto de revitalización.

La obra de recuperación no solo incluyó la restauración de la fachada del Trapiche, sino también su adaptación para albergar eventos culturales y comerciales. Se incorporaron espacios destinados a la exposición y venta de artesanías y productos locales, así como una nueva Oficina de Turismo.