La decimotercera jornada del juicio contra el sacerdote Renato Rasgido llegó a su fin con solo dos de los cinco testigos convocados presentes en la audiencia. La falta de comparecencia de los testigos llevó a solicitar la intervención de la policía para asegurar su presencia en las próximas audiencias, subrayando la importancia y complejidad del caso.
Renato Rasgido enfrenta cargos por "abuso sexual con acceso carnal agravado en concurso ideal con corrupción de menores", delitos que se agravan por su condición de ministro religioso. El origen de la causa se remonta a una denuncia presentada en marzo de 2014 en Andalgalá, que ha dado lugar a un proceso judicial de gran repercusión.
En la última jornada, solo dos testigos declararon ante la Cámara Penal. Uno de ellos, un sacerdote, afirmó no haber presenciado los hechos denunciados ni haber tenido contacto con la presunta víctima dentro del grupo juvenil de la parroquia.
Por otro lado, el presidente de un club reconoció a la víctima como miembro habitual de la institución, pero no al sacerdote acusado.
La ausencia de los testigos restantes, entre ellos uno que reside en otra provincia por motivos de estudio universitario, resalta la complejidad del caso. La próxima etapa del proceso se espera con atención, con el desafío de garantizar la comparecencia de todos los testigos y el esclarecimiento de los hechos en cuestión.