Los jubilados y pensionados enfrentan un panorama desalentador en medio de la inflación, especialmente en el ámbito de la salud, donde los medicamentos tuvieron un aumento tres veces mayor que el índice general. Se estima que esta franja poblacional destina entre el 20% y el 30% de sus ingresos a la compra de remedios.
En enero, la canasta de medicamentos aumentó en un 13,6%, siendo aún más preocupante el incremento del 31% en los 10 medicamentos más consumidos por los adultos mayores. Además, se registraron aumentos mensuales del 83% y del 45%, superando el promedio de inflación del 20,6%, según el "Informe sobre los medicamentos más consumidos por las Personas Mayores en la Argentina", elaborado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), la Asociación Latinoamericana de Gerontología Comunitaria (ALGEC) y el Centro de Estudios Políticos para Personas Mayores (CEPPEMA).
La investigación revela un preocupante aumento en los precios de los medicamentos en años anteriores, con incrementos del 34,6% en 2020, 42,9% en 2021 y 82,8% en 2022, superando ampliamente la tasa de inflación que cerró el año pasado con un 211%.
Estas alzas derivaron en una disminución del consumo, con una caída del 45% en la venta de medicamentos entre noviembre y enero, según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), lo que genera inquietudes, especialmente en tratamientos para enfermedades crónicas en personas mayores.
El defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, advierte que "muchos jubilados no siguen las dosis prescritas por los médicos debido a limitaciones económicas, llevándolos a automedicarse y alterar sus tratamientos, poniendo en riesgo su salud".
El informe destaca que los precios con cobertura de PAMI, que benefician al 60% de la población mayor, han sido un salvavidas económico al experimentar aumentos significativamente inferiores a los precios de venta al público y al índice general de inflación.
En cuanto a la relación con el tipo de cambio, los precios de los medicamentos se han disociado de su evolución desde abril de 2021, evidenciando una brecha significativa. Hernan Lechter, economista del CEPA, destaca que los medicamentos a menudo aumentan por encima del tipo de cambio, incluso en periodos de apreciación cambiaria.
En términos de ingresos, tras el triunfo electoral de Javier Milei, la jubilación mínima sin bonos se redujo en un 20,1% de diciembre de 2023 a enero de 2024, medida en términos de medicamentos según los precios de venta al público de PAMI.
El informe proyecta nuevos aumentos del 10% en la canasta de medicamentos para febrero y marzo de 2024, mientras que se espera una actualización del 33,5% en la jubilación mínima en marzo. Sin embargo, estas proyecciones indican una nueva caída en la jubilación mínima sin bonos en febrero y una recuperación insuficiente en marzo, lo que plantea preocupaciones sobre la pérdida continua del poder adquisitivo de los jubilados.