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Cáritas renovó un convenio con Nación para continuar con la asistencia alimentaria

Ayer Cáritas Argentina dio a conocer que firmó “la renovación de un convenio de meriendas que tiene desde hace años con el Estado Nacional, y seguirá trabajando junto a los que sufren la crisis alimentaria en el marco de la grave situación social que se vive”.

“Con todas las entidades y movimientos que necesitan también recibir ayuda para personas, familias y niños, renovamos el esfuerzo para que ninguna persona quede sin cuidar y proteger”, expresan en el comunicado.

En cuanto a la Diócesis de Catamarca, Cáritas Nacional sostiene dos merenderos, uno en un centro vecinal del barrio Hipódromo, y otro en una casita del Obispado que funciona en convenio con el Rotary Club en el barrio Altos de Choya.

También sustenta el proyecto Pan de Vida, destinado a personas mayores, en la capilla San Ramón, donde brindan merienda, almuerzo, talleres, entre otras actividades.

Reclamo de organizaciones sociales

Este enuncio surge luego de que a principio de semana, distintas organizaciones sociales nucleadas en la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) realizaron una protesta denominada la "fila del hambre" que se inició en el Ministerio de Capital Humano, y se extendió por más de 20 cuadras, para pedir asistencia alimentaria para los comedores comunitarios.

En tanto que el organismo conducido por Sandra Pettovello, pidió que "los comedores que soliciten fondos deben hacerlo a través de los canales oficiales y cumpliendo los requisitos correspondientes".

En el comunicado señalaron que el Ministerio quiere "eliminar la intermediación" y que en ese proceso se buscará "contener a los que menos tienen acercando asistencia de la manera más efectiva y transparente", ya que "la ayuda social se financia con el esfuerzo de todos los Argentinos", remarcaron.

Finalmente Adorni aseguró que la "asistencia a los comedores comunitarios nunca va a ser recortada" por el Gobierno Nacional, al coincidir con un documento hecho público por la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) en el que se reclama que "la comida no sea una variable de ajuste".

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