Tras cumplir un período de detención desde el 5 de enero, el oficial de policía Luis Miranda recobró su libertad mediante el pago de una caución de un millón de pesos. Miranda se encontraba bajo custodia en relación con un incidente que involucra un presunto caso de "justicia por mano propia", donde, junto a su padre y hermano, habría ingresado armado a una vivienda para recuperar un parlante supuestamente robado.
La Fiscalía lo imputa por una serie de delitos, incluyendo sustracción de personas con el uso de armas y lesiones leves. Este episodio, que tuvo lugar la madrugada del 5 de enero, desató una serie de investigaciones judiciales para esclarecer los hechos y determinar la responsabilidad de los involucrados.
Según las fuentes judiciales, la liberación de Miranda no lo exime del proceso legal en curso. Deberá seguir ligado al proceso judicial mientras enfrenta las acusaciones en su contra.
La pesquisa continúa avanzando, y las autoridades trabajan para esclarecer completamente lo ocurrido. El episodio, que dejó herido a uno de los presentes, generó un intenso debate en la sociedad sobre el hecho de actuar por mano propia.
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