El presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Alfredo González, tomó la voz de las pequeñas y medianas empresas (pymes) en una reunión crucial celebrada en Casa Rosada. Acompañado por el ministro de Economía, Luis Caputo, y el secretario de Comunicación y Prensa de la Nación, Eduardo Serenellini, González delineó las inquietudes del sector frente a medidas gubernamentales vigentes y propuestas.
Uno de los puntos neurálgicos abordados fue la preocupación por el inminente aumento de las tasas de intereses resarcitorios y punitorios, programado por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) a partir del 1° de febrero. CAME solicitó con énfasis la exclusión de las micro y pequeñas empresas de esta medida, buscando aliviar la carga financiera sobre los sectores más vulnerables del entramado empresarial.
Además, González subrayó la necesidad imperante de clarificar la definición de las economías regionales dentro del marco legal. Esta definición precisa evitaría que complejos agroindustriales tributen retenciones injustas, preservando así la competitividad de sectores clave para la economía nacional. La discusión se extiende también al ámbito industrial, donde se reclama la exención de las pymes del pago de retenciones en caso de exportación.
En respuesta, Caputo y Serenellini enfatizaron las dificultades inherentes a la coyuntura económica del país y la necesidad de medidas estratégicas para restaurar la confianza internacional en la economía argentina. Se comprometieron a acompañar a los sectores productivos, buscando fomentar la producción y el empleo en un contexto desafiante.