La sesión en la Cámara de Diputados para tratar la Ley Ómnibus se reprograma para el martes ante la falta de acuerdo sobre retenciones, jubilaciones y otras claves del proyecto. A pesar de la victoria política que supuso el dictamen de mayoría, el oficialismo continúa las intensas negociaciones con la oposición dialoguista y los gobernadores. Se busca evitar el rechazo de artículos esenciales como la suba de retenciones y la modificación de la fórmula de movilidad jubilatoria.
El plan inicial del oficialismo, que apuntaba a una sesión prolongada este jueves, se ve frustrado por la necesidad de mayor consenso con el PRO, la UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal. Todos firmaron con disidencias, y la ausencia de un acuerdo más amplio hace imperativo un periodo adicional de negociaciones. El Gobierno enfrenta la tarea de conciliar posturas para evitar rechazos significativos en la votación.
La fractura del peronismo, con tres diputados que abandonan la bancada de Unión por la Patria para crear Independencia, inicialmente favoreció al oficialismo. Sin embargo, las tensiones y disidencias internas complican la aprobación de la ley ómnibus. El llamado a sesión se retrasa por pedidos de la UCR y Hacemos Coalición Federal para "ordenar" el escenario y evitar confrontaciones excesivas durante la votación de los artículos.
Las declaraciones del ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, generaron malestar en bloques opositores, especialmente en la oposición dialoguista. Caputo, a través de redes sociales, reafirmó el compromiso con el "déficit cero" y advirtió sobre recortes si la ley no se aprueba en su totalidad. Las tensiones se incrementan, y la oposición busca coordinar con la presidencia de la Cámara una mecánica de trabajo que facilite la aprobación de los artículos consensuados.