La defensa de Cintia Bazán se enfrenta a la nueva imputación de encubrimiento en un caso de abuso sexual, presentando argumentos sólidos sobre la falta de pruebas que respalden las acusaciones en su contra.
La fiscal Yésica Miranda, por su parte, sostiene que Bazán no informó a la justicia sobre los abusos sexuales perpetrados por Enzo Morales, lo que llevó a la nueva imputación por "encubrimiento agravado por omitir dar aviso de un hecho grave".
Sin embargo, la defensa destaca la posición de Bazán como "mera espectadora involuntaria" en este lamentable suceso y señala la ausencia de elementos probatorios que vinculen directamente a la acusada con el encubrimiento.
Según la fiscal, Cintia Bazán, en su calidad de sospechosa, no habría alertado a las autoridades sobre los abusos sexuales que Enzo Morales presuntamente cometió contra una familiar suya. Estos incidentes fueron denunciados en 2020, y en primera instancia, Morales fue imputado como presunto autor de las violaciones.
La situación legal de Bazán se complica, ya que, tras la nueva acusación, fue llevada al Juzgado de Control de Garantías para la audiencia de control de detención. El juez Marcelo Sago confirmó su detención, extendiendo su permanencia en la Unidad de Mujeres Nº 2.
Aunque se esperaba que Bazán recuperara la libertad próximamente debido al vencimiento del plazo de prisión preventiva en la causa de Hugo Ariel Ocampo, la decisión del magistrado Sago aplaza su liberación. La acusada seguirá detenida mientras su defensa evalúa estrategias legales frente a la nueva imputación.