Las recientes lluvias generaron complicaciones en los sistemas de abastecimiento de agua potable, especialmente aquellos que dependen de fuentes superficiales como ríos. La intensidad de las precipitaciones afecta el funcionamiento de las plantas potabilizadoras, llevándolas a detener su operación temporalmente.
Además, los elevados niveles de turbiedad, color y sabor desagradable hacen que el agua sea rechazada para el consumo, resaltando la importancia de alternativas más seguras en estos momentos críticos.
Por tal motivo, se sugiere a la población que, hasta que las plantas potabilizadoras vuelvan a su funcionamiento normal, opte por el consumo de agua envasada para garantizar la pureza y seguridad del suministro.
Es fundamental que los ciudadanos estén alerta ante cualquier indicio de contaminación del agua y que, en caso de duda sobre su potabilidad, recurran a métodos de potabilización en sus hogares. La colaboración ciudadana y la adopción de estas medidas preventivas son esenciales para resguardar la salud colectiva en esta situación excepcional.