Una inesperada revelación sacudió la intendencia de Anisacate, Córdoba, cuando Natalia Contini asumió la intendencia y se encontró con un insólito lujo en la oficina de su antecesor, Ramón Zalazar.
Tras 24 años en el gobierno y en medio de una situación económica crítica, se descubrió que Zalazar había instalado un jacuzzi en su despacho, generando polémica en una localidad que declara encontrarse en quiebra.
La nueva intendenta, que asumió su cargo el pasado 10 de diciembre, heredó un municipio con deudas ascendentes a unos 330 millones de pesos y en estado de quiebra, según declaraciones de Contini a los medios.
Se determinó que la gestión pasada será investigada por irregularidades, incluida la falta de fondos destinados a una conexión segura de agua, lo cual generó indignación entre los vecinos.
Contini, exconcejal de Juntos por el Cambio, explicó que Zalazar mudó la oficina a una mansión alquilada, donde el jacuzzi se convirtió inesperadamente en parte de la "oficina del intendente".
Por otra parte, la nueva funcionaria anunció la revisión del contrato de alquiler de la casona municipal, que rondaría el millón de pesos.
La intendenta detalló: "El jacuzzi está en un dormitorio de la parte alta y forma parte de la oficina que se armó ahí". Además, señaló que el lugar cuenta con una mampara que separa el hidromasaje del dormitorio, con un escudo institucional que indica su uso como oficina.
En un video difundido por redes sociales, se observa la puerta vidriada detrás del escritorio de Zalazar, revelando la presencia del jacuzzi en una suerte de habitación. Aunque Zalazar afirmó que el artefacto solo funcionaba como depósito y nunca fue utilizado, la existencia de lujos como una piscina y cocheras techadas en la casona municipal plantea preguntas sobre el uso que dio a los recursos públicos en tiempos de crisis económica.