Durante la jornada de ayer, la Dirección de Tránsito de la Capital secuestró una serie de autos propiedad de trabajadores de Uber.
Se tratan de cuatro modelos de la última decada que fueron retenidos por la Municipalidad, para ser llevados hasta el corrallón.
Las actas de comprobación, que resultan de los operativos, son remitidas al juzgado municipal para la aplicación de sanciones económicas. Los vehículos son llevados al corralón municipal, y su traslado puede realizarse con grúa o escoltados por agentes de tránsito.
Con la llegada de la aplicación digital a Catamarca, las peleas entre los taxistas con licencia y los nuevos conductores se agitó.
Los operativos consisten en verificar el uso de la aplicación y la prestación del servicio. La fiscalización incluye comprobar el uso de la aplicación y la oferta del servicio.
Según la Secretaría de Protección Ciudadana de la Capital, desde la circulación de Uber, hubo conductores que no contaban con la licencia de conducir ni el seguro del vehículo. En relación con los pasajeros, aclararon que no son interrogados durante los operativos. Estos se centran únicamente en el vehículo y el conductor, verificando su inhabilitación para prestar el servicio.