En una jornada cargada de tensiones, la Cámara Penal N° 1 emitió la sentencia para los implicados en el asesinato de Miguel Ángel "Puchi" Apaza. La condena a prisión perpetua recayó sobre los hermanos José Daniel y Javier Pío Gordillo, mientras Juan Carlos Encina enfrentará un año y tres meses por encubrimiento. La decisión del tribunal respaldó las penas propuestas por el fiscal Alejandro Dalla Lasta.
El juicio, que concluyó con la absolución de cinco de los ocho imputados, estuvo marcado por la solicitud de la fiscalía de investigar una posible asociación ilícita vinculada al robo de motos. Este aspecto, resaltado por el tribunal, resalta la gravedad del delito y la necesidad de indagar más allá de las circunstancias directas del crimen de Apaza.
La defensa de los Gordillo argumentó la falta de pruebas concretas, solicitando la absolución por el beneficio de la duda. Sin embargo, el tribunal, por unanimidad, mantuvo las penas propuestas por la fiscalía, subrayando la contundencia de la evidencia presentada durante el juicio.
La lectura de la sentencia desató momentos de tensión entre las familias de la víctima y los condenados, resultando en disturbios controlados por la policía. Piedras fueron arrojadas entre las vallas y el edificio de la Cámara Penal N° 1, reflejando el impacto emocional de la decisión judicial en ambas partes involucradas.
Como consecuencia de la sentencia, se ordenó el inmediato traslado de los hermanos Gordillo y Juan Carlos Encina al Penal de Miraflores.
