En lo más profundo de la puna catamarqueña, cerca del salar de Antofalla, Aníbal y Olga Ramos, miembros de la comunidad kolla atacameña, convirtieron su sueño en realidad.
En medio de la pandemia, cuando todo parecía detenerse, esta pareja decidió construir Casa de Altura, una pequeña hostería que atrajo a viajeros en busca de la vida auténtica de la puna y los impresionantes paisajes que la rodean.
Antofalla
Antofalla es un pequeño pueblo que se encuentra a las puertas del salar de Antofalla, donde los Ramos vivieron durante generaciones. La comunidad kolla atacameña a la que pertenecen mantuvo sus tradiciones y su fuerte vínculo con la tierra. Sin embargo, la vida en la puna no fue fácil, y la mayoría de los habitantes solían depender del trabajo proporcionado por las mineras que operaban en la zona en busca de litio, un recurso esencial para la industria de las baterías.
A pesar de los recursos económicos que proporcionaron las mineras, Aníbal Ramos comprende que algún día estas empresas se irán, y la comunidad debe prepararse para un futuro sin depender de ellas.
El sueño
El pueblo de Antofalla sueña con tener un hotel propio, un proyecto que podría financiarse con los recursos de las mineras. Sin embargo, Aníbal Ramos decidió emprender su propio camino, demostrando que el turismo es una oportunidad real para su comunidad.
Inspirado por su padre, Manuel Ramos, quien comenzó a recibir turistas en la década de 1980, Aníbal abrió Casa de Altura. La hostería cuenta actualmente con tres habitaciones, cada una con baño privado, aunque ya están trabajando en su ampliación para incluir más habitaciones.
Casa de Altura
La construcción de Casa de Altura se realizó principalmente con materiales locales, como piedra laja, caña, madera de álamo y adobe. El diseño interior refleja el cariño y la dedicación de la familia Ramos, ofreciendo comodidades únicas en la región. Aunque no ofrece lujos, la hostería es una rareza en la zona, con detalles y comodidades que la distinguen.
El diseño tiene formato de casa con un amplio living comedor donde los huéspedes disfrutan de las deliciosas comidas de Olga, quien cocina para los huéspedes y también para aquellos que llegan a almorzar y siguen adelante. Entre sus especialidades está la milanesa de llama, el cordero horneado, guisos varios, estofado de llama o cordero, tortilla de quinoa, y la lista sigue.
La vida en la Puna:
Los Ramos no solo se dedican al hospedaje; también trabajan en su finca, donde cultivan ajos, habas, maíz y seis variedades de papines andinos, plantas que han pasado de generación en generación en su familia. Además, crían llamas y ovejas.
Como si eso fuera poco, la familia sueña con producir una yerba local a base de hierbas de la región como alternativa a la yerba mate tradicional.
Comunidad en Crecimiento:
La comunidad de Antofalla experimentó cambios significativos en los últimos años. Desde 2005, se constituyó como una comunidad aborigen kolla atacameña, y en 2010, obtuvo una carta orgánica reconocida por el gobierno provincial.
La comunidad toma decisiones a través de la Asamblea, donde todos los miembros tienen voz y voto. El cacique, la máxima autoridad, actúa como representante legal, llevando la voz de la comunidad al mundo exterior. La comunidad de Antofalla sueña con un futuro más prometedor, y la iniciativa de Aníbal y Olga es un paso en esa dirección.
El Salar
La ubicación de Casa de Altura es estratégica para explorar el Salar de Antofalla, un lugar de belleza única que impresiona a los visitantes. El salar se encuentra a una altitud de aproximadamente 3,900 metros en el corazón de la puna catamarqueña y es una de las principales atracciones de la región.
Los Ramos reciben a los viajeros que desean experimentar la magia del salar, donde la luz del atardecer tiñe la superficie de blanco inmaculado de un color anaranjado y rosado, creando un espectáculo impresionante.
Casa de Altura
- Ubicación: Antofalla.
- Propietarios: Familia Ramos.
- Contacto: Teléfono: 383 403-3574, Email: casadealtura.hospedaje@gmail.com.
- Tarifas en Temporada Baja: Habitación doble $24,000, single $12,000.
- Servicios incluidos: Baño privado y WiFi.
- Restauración: El desayuno y las comidas tienen un costo adicional.
- Reservas: Si planeas almorzar y estás de paso, se recomienda reservar con antelación.
Noticia redactada con información de La Nación