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Día Mundial del Cáncer de Mama: la razón por la que los médicos insisten en controlarse todos los años

El Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama se conmemora cada 19 de octubre, fecha impulsada para promover su diagnóstico precoz, incrementar el acceso a los controles y tratamientos.

De acuerdo a la International Agency for Research on cancer, en el mundo se diagnostica en más de un millón de personas y 400.000 mueren al año por este motivo, en tanto que en Argentina se detectan 22.000 casos al año y es el cáncer más común. Se estima que el 77% de los casos nuevos y 84% de las muertes ocurren en mujeres.

Entre los factores de riesgo de cáncer de mama no modificables se encuentran el sexo (las mujeres tienen mayores riesgos de desarrollar cáncer de mama) y la edad (aumentan las probabilidades de tener esta enfermedad especialmente en aquellas mujeres cercanas a la menopausia).

Con respecto a las personas con familiares directos con esta patología, la Dra. Valeria Cáceres perteneciente a la Unidad Funcional de Mastología Instituto de Oncología “Ángel H. Roffo” (IOAHR), sostiene: “El cáncer genético o hereditario es el factor de riesgo más importante, pero no el más frecuente, ya que, sólo entre un 5% y 7% de las pacientes portadoras de un cáncer de mama tienen una base genética en su origen. La presencia de un familiar de primer grado (madre, hermana, hija) con cáncer de mama aumenta el riesgo de padecer la enfermedad entre 1,5 a 3 veces por sobre la población general. Este riesgo aumenta cuanto más temprana es la edad de aparición en el familiar afectado, y con el número de casos en la familia”.

Por otro lado, existen factores modificables que elevan el riesgo de desarrollar cáncer de mama.

En este sentido, las mujeres con sobrepeso tienen más chances de contraer esta enfermedad y de volver a tenerla que las mujeres que tienen un peso saludable. Esto se debe a la producción de estrógenos en el tejido graso. Asociado a esto, las personas que realizan actividad física pueden controlar de forma más eficiente el peso, reduciendo así los niveles de grasa en su cuerpo.

El consumo de alcohol también es considerado un factor de riesgo, ya que, puede aumentar los niveles de estrógenos en el cuerpo como también puede aumentar el riesgo de cáncer en las mamas y en otras localizaciones al dañar el ADN de las células.

De la misma manera, fumar no solo aumenta la posibilidad de desarrollar este y otros tipos de cánceres sino que también puede producir otras enfermedades que compliquen el tratamiento del cáncer de mama (por alteración de la vascularización y circulación sanguínea, afecciones pulmonares).

Respecto de su detección, si bien en sus estadios iniciales suele ser asintomático, según el estadio y tipo de cáncer puede manifestarse como un bulto en la mama, una zona indurada (donde hay engrosamiento y endurecimiento generalizado de la piel) con o sin enrojecimiento de la piel o edema, una retracción, derrame por el pezón o a través de un bulto en la axila. Se recomienda que las mujeres examinen sus mamas al mismo tiempo cada mes, preferentemente al finalizar cada período menstrual.

Por otra parte, es fundamental la realización de una mamografía, que permite ver lo que aún no se puede tocar. Se recomienda realizarla anualmente a partir de los 40 años a todas aquellas mujeres asintomáticas, con estudios clínicos normales y sin antecedentes de la enfermedad, y en las pacientes con antecedentes de cáncer de mama en familiares de primer grado, se recomienda hacerla 10 años antes de la edad de detección del cáncer del familiar más cercano. Si se detecta el tumor en esta instancia temprana, la enfermedad alcanza su máximo nivel de curación.

FUENTE: NA

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