Las tensiones en torno al Bar Caravati siguen escalando, y el presidente del Club Social, Arturo Navarro, continúa enfrentado con el inquilino del local, Esteban Cano. Navarro se pronunció respecto a la situación y negó rotundamente las acusaciones de acoso y maltrato realizadas por empleados del bar. Además, destacó las propuestas avanzadas para que un nuevo inquilino tome las riendas del establecimiento gastronómico.
Uno de los puntos centrales del conflicto gira en torno a la atención a los socios del Club Social, para quienes se había acordado supuestamente un 50% de descuento en los precios del menú del bar. Navarro expresó que esas condiciones no se estaban cumpliendo, generando malestar entre los miembros del club.
La controversia no se detiene allí, ya que Navarro también abordó la situación contractual y la no renovación del contrato de alquiler con Plaza 25 SRL, la empresa a cargo del Bar Caravati.
"La empresa Plaza 25 SRL tenía un contrato de locación por el plazo de 3 años que vence el día 30 de agosto del 2023. Estaba previsto que si había intención de continuar con el alquiler, debía ser notificado 3 meses antes al club esa intención, cosa que nunca nos notificaron, y al contrario, hace un mes recibo un llamado telefónico del señor Esteban Cano que me notifica que no va a renovar el contrato de alquiler. En virtud de ello la institución ha empezado a buscar nuevos inquilinos para que exploten el rubro gastronómico, le ofrecimos a los empresarios que tienen actividad en la ciudad y hemos recibido oferta de varios de ellos", expresó el presidente del Club Social.
Navarro aclaró que se había dado la oportunidad a los actuales inquilinos de continuar, pero tras los incumplimientos, la decisión de no renovar fue tomada por unanimidad en una asamblea de socios. En cuanto a las acusaciones de acoso y maltrato, invitó a presentar pruebas concretas a las autoridades correspondientes y aseguró que el club no encubriría a nadie, pero tampoco permitiría el uso de acusaciones para presionar por la renovación del contrato.
"En todo el tiempo a lo largo que estuvo el inquilino, nunca recibí ninguna denuncia por parte de los empleados del bar sobre maltrato, ni acoso, ni nada por el estilo. Me resulta sospechoso que en estas instancias, donde está ya finalizando el contrato, salgan a hacer ese tipo de comentarios. Son muy maliciosos, porque lo hacen de manera genérica, manchando el nombre de la institución y manchando el nombre de los 100 socios que pertenecemos al club social", dijo Navarro.
"Si tienen una denuncia y algo concreto, los invito a que lo hagan en las autoridades correspondientes, identifiquen a los autores de esos hechos, esa persona se deberá defender en los ámbitos correspondientes, y si la hacen al club, lo trataremos, y si corresponde aplicarle una sanción conforme a los estatutos del club, la aplicaremos. No vamos a cubrir a nadie, pero tampoco queremos que usen acusaciones para mancharnos y como medio de presión extorsivo, como están haciendo permanentemente, a los efectos de que les renovemos el contrato al inquilino que se va", señaló.
Destacó que existen propuestas avanzadas de nuevos inquilinos, pero estas están sujetas al desalojo del actual inquilino. Asimismo, aseguró que cualquier nuevo arrendatario absorbería a los empleados despedidos por el inquilino actual, en un esfuerzo por salvaguardar las fuentes laborales.
"Hay muchas propuestas, hay algunas avanzadas, todas están sujetas a que se produzca el desalojo del actual inquilino. Si hemos decidido, y lo hemos transmitido, y si se pueden fijar en el atril de entrada de la institución, hemos decidido en la comisión directiva que el nuevo inquilino va a absorber a todo empleado despedido por el actual inquilino. Con eso estamos garantizando las fuentes laborales", manifestó Arturo Navarro en diálogo con INFORAMA.
"Eso nos preocupa totalmente, las fuentes laborales de los empleados más que cualquier otra cosa".
Arturo Navarro