Los comerciantes del complejo comercial construido en las cercanías de la gruta de la Virgen del Valle, presentaron una solicitada contra el Obispado de la Provincia denunciando una intimación que consideran "arbitraria, ilegal e irrazonable".
En la misma, los feriantes expresan su rechazo a las acciones tomadas por la administración del Obispado. Ellos argumentan que esas decisiones afectaron los contratos que fueron firmados hace aproximadamente dos años atrás.
En la solicitada, los feriantes explican que, antes del inicio de la pandemia de COVID-19, accedieron a suspender sus actividades comerciales a pedido de autoridades municipales para permitir la construcción de nuevos locales en el complejo. En ese momento, se acordó la relocalización de cada comerciante en los locales comerciales, por rubro y actividad lícita, con aportes AFIP y pago de tasas y servicios.
Sin embargo, a fines del año 2021, se encontraron con la realidad de que la administración del complejo comercial había pasado a manos del Obispado de Catamarca. Los feriantes expresan que esta situación les generó perjuicios morales y económicos. En ese momento los comerciantes quedaron con un contrato de locación vigente hasta 2026.
¿Qué pasó ahora? "Cambió la administración del Obispado, entonces se fue el padre Daniel Pavone y entró Granillo Santiago, y cambiaron las reglas del juego. Dicen que como no está el padre Pavone, le deben dar de baja al contrato vigente. Piensan en barajar y dar de nuevo con un nuevo contrato desfavorable para nosotros y sería solo por dos años " explicó un feriante a la prensa.
Los feriantes, que originalmente acordaron una administración conjunta con la participación de representantes y/o asociación de comerciantes, denuncian que la nueva administración del Obispado tomó decisiones unilaterales y que desconocen la esencia y causa del complejo comercial. Además, exigen que se respeten los acuerdos previos y que se garantice la vigencia de los contratos hasta la fecha establecida originalmente.