Esta nueva legislación elimina dicho requisito para el cobro de haberes y otros beneficios previsionales, beneficiando a un total de 7,3 millones de jubilados y pensionados del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y los beneficiarios de pensiones no contributivas bajo la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses).
La ley establece la igualdad de condiciones para los beneficiarios, ya que alrededor de 3,2 millones de personas ya estaban exentas del trámite debido a decisiones previas de los bancos donde cobran sus haberes. Algunas entidades, como el Banco de la Provincia de Buenos Aires, dejaron sin efecto la necesidad de realizar la fe de vida desde septiembre de 2019, aprovechando sus bases de datos en línea con el Registro Nacional de las Personas (Renaper).
La tenencia de la fe de vida había sido suspendida temporalmente durante el primer tramo del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) cuando la pandemia de coronavirus llegó a Argentina en marzo de 2020. Sin embargo, posteriormente se volvió a solicitar a partir del 17 de febrero de 2022, con algunas excepciones basadas en la edad o la disponibilidad de información.
La Ley 27.721, publicada el 17 de julio en el Boletín Oficial, entrará en vigencia el martes 25 de julio, según lo estipulado el Código Civil en su artículo correspondiente. La norma otorga a la Anses la facultad de dictar las aclaratorias y normas complementarias necesarias para la correcta implementación de la ley, lo que se espera con ansias por parte de los bancos.
Desde la Anses han indicado que la mayoría de los bancos ya estaban eximiendo a los jubilados y pensionados de realizar la fe de vida. Entre los bancos que ya habían automatizado el servicio se encuentran el Banco Nación, Banco de la Provincia de Buenos Aires, Banco de Córdoba, Banco de La Pampa, Banco de San Juan, Banco de Entre Ríos, Banco de Santa Cruz y Banco de Santa Fe, así como también el Piano, Supervielle y Santander.
La implementación de esta nueva medida se prevé sin dificultades, ya que una gran proporción de beneficiarios ya estaba liberada del trámite y los bancos restantes estaban encaminados hacia esa dirección. Con esta ley, se busca agilizar y simplificar el proceso de cobro de haberes para los jubilados y pensionados, brindando mayor comodidad y seguridad en el acceso a sus beneficios. Los bancos siguen ajustando sus sistemas para adecuarse a la nueva normativa, en espera de la reglamentación que facilite su aplicación.
FUENTE: TÉLAM