En un fallo que destaca la importancia del interés superior de los adolescentes, la jueza a cargo del juzgado de Familia de 2da Nominación de la 1ra circunscripción en Catamarca ha rechazado el pedido de reconocimiento de paternidad realizado por el actor en relación a dos adolescentes con los que comparte vínculo biológico.
El caso se basó en testimonios clave de las personas más importantes en esta trama: R. A y A. E, quienes categóricamente manifestaron que no mantienen un vínculo o relación actual con el actor y que no desean que su realidad legal, emocional, identidad y apellido se vean alterados. Estas personas reconocieron la realidad biológica de los adolescentes, pero su misma actitud los ha alejado, prefiriendo que su vida y relaciones interpersonales se mantengan en base a la familia en la que nacieron y a quien reconocen, respetan y aman como a su padre.
La jueza tomó en cuenta esta premisa fundamental y decidió rechazar el reconocimiento de paternidad solicitado por el actor. A pesar de que este desconocía durante muchos años su paternidad biológica, los adolescentes han construido sólidos lazos familiares con el padre que los ha reconocido desde su nacimiento y ha ejercido la paternidad de manera efectiva. Romper estos vínculos en este momento solo acarrearía perjuicios para los adolescentes.
Además, los adolescentes expresaron que la actitud indiferente del padre biológico los alejó aún más de él una vez que se reveló el lazo genético. Frente a esta situación, la encrucijada en el caso fue definir si correspondía otorgar consecuencias jurídicas al vínculo genético en cuestión y, en caso afirmativo, desplazar la filiación original que se formó debido al ocultamiento de la progenitora, no solo respecto al padre que los reconoció desde su nacimiento y ejerció la paternidad, sino también respecto a su propio hijo e hija.
La magistrada ponderó cuidadosamente estas cuestiones y, por encima de cualquier vínculo biológico, priorizó el interés superior de los adolescentes, quienes son los únicos protagonistas de esta historia. En su resolución, la jueza dirigió unas palabras directas a los adolescentes, utilizando un lenguaje claro y amigable para que comprendieran su decisión y se sintieran escuchados.
Les aseguró que, de acuerdo con la decisión judicial, el padre reconocido seguirá siendo su padre legal, manteniendo el amor y el cariño que se han brindado mutuamente, tal como lo expresaron en una audiencia previa. También les informó que en el futuro podrán tomar acciones legales para cambiar su realidad biológica paterna, como modificar su apellido, cuando se sientan preparados para hacerlo, sin importar sus edades ni el tiempo que les lleve tomar esa decisión.
La jueza destacó que existen diversas formas de ser padre en el mundo, y cada una de ellas, aunque diferente, tiene en común el amor con el que se ejerce. Hay padres de sangre y padres que lo son por elección, padres biológicos y padres que, aunque no compartan la misma sangre, han decidido amar y proteger a otros seres que se han convertido en sus hijos de corazón.
Esta resolución judicial resalta la importancia de proteger la identidad dinámica de los adolescentes, que se ha forjado en el seno de su familia actual. Reconoce que la identidad de origen es un punto de partida, pero no debe desplazar la identidad que se construye a lo largo de la vida, en su configuración dual. Ambas identidades son complementarias y deben ser consideradas en beneficio de los adolescentes.
En última instancia, este caso nos recuerda la necesidad de sopesar cuidadosamente los derechos legales y los lazos familiares establecidos en interés de los menores involucrados. La jueza ha tomado una decisión fundamentada en el amor, el cuidado y el bienestar de los adolescentes, destacando que el vínculo emocional y afectivo que han construido con su padre reconocido es de vital importancia en su vida.