Danna MartÃnez (30), expareja de Fernando Reyes (41), estaba siendo indagada en la noche de este lunes, acusada de arrebatarle la vida violentamente, incinerarlo y luego tratar de ocultar sus restos enterrándolo a la vera del rio Belén. Reyes era el padre de sus hijos y ambos se habÃan radicado en la localidad de La Ciénaga, oriundos de Jujuy.
La Fiscal Marina Villagra, a cargo de la Tercera Circunscripción Judicial con asiento en Belén, imputó a MartÃnez por el delito de homicidio doblemente agravado por la existencia de una relación de pareja y alevosÃa. Se presumÃa que la mujer podrÃa admitir la autorÃa de los hechos de manera formal, ya que lo habrÃa confesado ante efectivos policiales previamente durante la pesquisa.
Quien también está imputado pero será indagado este martes será un hombre de apellido Toranzo, quien habÃa sido arrestado en averiguación del hecho, pero con el correr de las horas pasó a calidad de detenido y está señalado como cómplice de la mujer. No se descarta la participación de otras personas.
La siniestra trama se destapó con la denuncia del casero donde Reyes vivÃa junto a la mujer y los hijos de ambos. Reyes habÃa desaparecido misteriosamente en noviembre y cuando le preguntaban a MartÃnez por él, atinaba a responder que se habÃa vuelto a Jujuy y la habÃa abandonado.
No conforme con la versión de la mujer, el casero (de apellido Cruz) denunció la desaparición de Reyes. Asà inició la investigación y la primer sospechosa para la policÃa fue MartÃnez, quien se habrÃa quebrado ante los uniformados, revelando el lugar donde se enterró el cuerpo de la vÃctima.
Los cuerpos especializados de la policÃa (Homicidios, Canes y personal de la Departamental de Belén) trabajaron para dar con los restos óseos, bajo la cooperación del fiscal general Alejandro Dalla Lasta, quien viajó al lugar. Se tomaron muestras para análisis en el laboratorio satélite de Valle Viejo.
Debe mencionarse que la confesión de la mujer debe darse en el marco de una declaración indagatoria, con un abogado defensor que ampare sus derechos, para poder tener validez en la investigación.
La hipótesis señala que Reyes fue ultimado a golpes en la cabeza con un elemento contundente (posiblemente una pala) y con el hecho consumado, se intentó quemar su cuerpo sin éxito. Finalmente, se optó por intentar ocultarlo bajo tierra para eludir responsabilidades por el brutal crimen.