Gabriel Olivera era profesor de Religión en el Colegio Quintana. Sus alumnos cuentan que era de esos docentes que daba clases que conmovían, “que realmente llegaba” a los chicos.
En 2020, en medio de una ola de escraches a docentes que se gestaron a través de redes sociales, fue denunciado penalmente por tres estudiantes.
En ese entonces quedó imputado por el delito de “grooming (acoso sexual virtual) continuado”, y se le secuestraron notebooks, celulares y pendrives. Lo echaron de la Quintana, y poco se supo del caso. Hasta hoy, casi 3 años después.
La familia de una de las víctimas tomó conocimiento de que Olivera fue denunciado nuevamente por un hecho similar, y decidió no callarse ante la injusticia.
“A mi hijo le afectó mucho. Es muy difícil hablar de estos temas porque da mucha vergüenza e impotencia. El año pasado estuvo con terapia todo el año. Si esta persona está cerca de chicos, va a seguir haciendo lo mismo. Estos tipos no cambian” relató la madre de uno de los denunciantes en diálogo con INFORAMA.
A raíz de la nueva denuncia -la cuarta que obra sobre Olivera-, se reactivó la causa. El fiscal de Instrucción Nº8, Sebastián Pelisari, ordenó la visualización del contenido que se extrajo de celulares, notebooks y pendrives secuestrados al docente de Religión en noviembre de 2020.
“Sigue trabajando en una escuela”
El enojo de las familias de las víctimas es que Olivera sigue trabajando para un colegio privado de Valle Viejo, con aparentes tareas pasivas. Nunca fue apartado de ese cargo, y creen que se lo está protegiendo.
“Hace un mes lo volvieron a denunciar. El año pasado nos dimos cuenta que sigue trabajando, tenemos fotos. Nadie hace nada. En esa escuela lo saben, y lo siguen encubriendo. No pueden desconocer que es un acosador de menores”, apuntó la mujer.
¿Qué es el grooming?
Es un delito que consiste en el acoso sexual y virtual a niños y adolescentes por parte de un adulto. El acosador simula ser un niño o niña a través de un perfil falso para establecer una conexión y control emocional con el fin de disminuir las inhibiciones de los chicos.
El grooming es un delito, por lo que se debe realizar la denuncia para iniciar la investigación del caso.
A través de distintas técnicas de manipulación, el adulto consigue que el niño se desnude o realice actos de naturaleza sexual.