Se reconoce devoto, pero por sobre todo un jubilado que pese a la edad, está dispuesto a seguir haciendo sacrificios para pedir por la salud y el bienestar no solo de su familia, sino de todo el paÃs.
Por eso, el lunes pasado Alberto llegó en su bicicleta al atrio de la Catedral y selló con lágrimas de emoción y un abrazo a su hija, el éxito de una travesÃa que le llevó 4 dÃas concluir: recorrer 680 km. a puro pedal para visitar a la madre morena.
"Soy devoto de la Virgen del Valle, hace 20 años que vengo y desde el 2019 no pude hacer este viaje por la pandemia. Ahora pude lograrlo gracias a mi familia, mi hija y mi esposa que me siguieron en camioneta. Hemos dormido en el camino, fue un viaje muy sacrificado, con mucho viento, me costó mucho cruzar Las Salinas, pero aquà estamos", indicó Alberto sin despegarse de los brazos de su hija.
"Vine a pedir por la salud de toda la familia, porque sigamos teniendo trabajo y sobre todo un pueblo en paz", agrego tras expresar su alegrÃa y admiración por ver a la ciudad crecer y siempre atractiva para quienes la visitan.